martes, 30 de junio de 2009
¿Quién es el gran azuzador del paro de transportistas?
jueves, 25 de junio de 2009
Alan García: el sicario de las corporaciones petroleras y su paso por Bagua - Perú.
En Bagua el gobierno de las trasnacionales, es decir el gobierno de García Pérez actuó por la vía armada para imponer "el orden" conveniente a "sus" inversionistas interesados en la explotación de petroleo, minerales , sembrado de grandes extensiones de biocombustibles, madera, agua y recursos biogenéticos, sin ninguna restricción por el cuidado del ambiente en el principal reducto de la Vida en el planeta.
Para facilitarles el camino a las Corporaciones , el gobierno de Alan García propició, de manera criminal, un enfrentamiento entre gentes del pueblo: policías y nativos con un saldo terrible de desgracias.
Luego de la masacre de policias y nativos los gobernantes y los voceros del régimen se empeñan a fondo en afirmar que en la zona del conflicto SOLO HUBO 9 muertos entre los nativos Aguarunas.
Cuando uno pasa la vista sólo sobre fotos y videos comprende que la cifra es muchísimo mayor.
martes, 23 de junio de 2009
Alberto Andrade Carmona
lunes, 22 de junio de 2009
Entrevista inédita al líder de los pueblos amazónicos Alberto Pizango
Este documento desde nuestro punto de vista es realmente importante por cuanto revela aspectos esenciales del pensamiento del líder de los nativos amazónicos en su relación con los partidos y políticos convencionales. Además aumenta su valor porque la entrevista fue hecha 7 meses antes de los lamentables sucesos de Bagua con su secuela de un número indeterminado de muertos y desaparecidos.
¿Sin ayuda de nadie?
"No han necesitado de nadie, ellos solos se han autofinanciado, es la verdadera lucha porque ya están ahogándose prácticamente, se les está matando, o sea que tienen que poner lo último que tienen, porque la lucha es por la vida. No es un grupito que está mandando y cree que va a controlar, que cree que al pueblo se le puede manipular, eso ya no es, no puede ser. Los pueblos amazónicos ya no los necesitan. Por eso los amazónicos están sufriendo al gobierno, porque no tiene política para los pueblos indígenas. La Constitución Política está por el suelo. ¿El Estado peruano es para quién? Los pueblos le han dicho a ese Estado que somos soberanos."
Primera vez protagonistas los amazónicos, desde Juan Santos Atahualpa creo, ¿por qué es esto? ¿Cómo se da este proceso?
"Nosotros nos organizamos desde hace 28 años, venimos desde las comunidades, desde la visión de los pueblos y cuando decimos visión no decimos soñar, también es pretender, alcanzar lo que vemos, la visión es la redención de cómo es el panorama que miran los pueblos, de lo que viven. Y cuando ven que ya esta siendo deteriorado por la intervención de otros, eso les entristece."
¿Cuál es esa visión?
"La visión de los pueblos es la libertad, en el territorio donde habitemos como dueños, la verdadera gobernabilidad se trata de cómo es que como seres humanos nos tratemos, soberanos del lugar en que se puede vivir. No es esta visión de desarrollo que trata de atropellar, no es esa. La visión de los pueblos es cómo hacer para seguir viviendo bien y eso significa cumpliendo nuestros deberes también. Y si propugnamos territorio, si decimos territorialidad, hablamos dentro del territorio nacional. Pero nosotros decimos también, en el Perú ¿se responde a políticas del Estado o a políticas públicas de gobierno? La respuesta es que se responde a políticas públicas de cada gobierno, porque el que viene hace lo que quiere de acuerdo a su conveniencia partidaria."
Para alcanzar esa visión, ¿es necesaria una alianza mayor?
"Es una posibilidad que debemos trabajar. Y no es que se necesite espacio, los pueblos ya tienen ese espacio, allí viven. Lo que está pasando en Bolivia es el producto de lo que los pueblos están creando. Y eso es lo que AIDESEP está diciendo, junto a otros hermanos. Nosotros no queremos ser gobierno de los pueblos sino que queremos ser los que cumplen los mandatos de todos: es diferente ese escenario. Y ese es el espacio que se debe viabilizar. Yo así le veo ahora, simplemente hay que conquistar espacios de donde se despoje a los otros grupos de los intereses personales o político partidarios, y estos van a quedarse, como se van quedando los grupos políticos, de izquierda o de derecha, porque su accionar ha fracasado y los pueblos los conocen, porque ya probaron todo eso, no ha dado resultado. Producto de esto, de una experiencia como esa, es lo que ocurre en Bolivia."
Pero los indígenas son el 30% de la población aproximadamente…
"En el Perú, donde es verdad que solo el 30% es indígena, sin embargo cuando empecemos a conocernos como género humano, es decir que no importe ya que sea blanco, amarillo, negro, indígena, lo que sea, y sea el pueblo mismo, el que diga “esto es lo que se va a dar” o “esto es lo que se debe hacer”, cuando llegue eso es que el Perú hará historia para todos, y ese Perú es el que quisiéramos ver, ese es el proceso que hay que apoyar, yo estoy convencido."
sábado, 20 de junio de 2009
Amazonía: dos modelos en pugna.
El modelo primario-exportador, de extracción de materias primas, ha sido llevado a su extremo con la política neoliberal.
Si en la sierra lo que ha sido dominante ha sido la minería, en la selva ha sido el petróleo y el gas. Pero en ambos casos, sierra y selva, minería y petróleo, los efectos económicos y sociales han sido similares: muy pocos empleos generados; severos efectos ambientales que impactan sobre la salud de la población; y deterioro de la agricultura y la pesca de la que viven los indígenas, mestizos y campesinos de esas zonas. En la selva, esto se agrava con la extracción salvaje de madera y oro, con amenazas a futuro provenientes de las nuevas concesiones mineras y para etanol.
En ambas regiones hay casos emblemáticos.En la selva, la zona del río Corrientes explotada por Pluspetrol, ha generado que más del 90% de los niños tengan niveles tóxicos de cadmio en la sangre; en la sierra, ha sido Doe Run en La Oroya el que se lleva el premio. En ambos casos, se ha logrado alguna vigilancia ambiental gracias a la presión ciudadana, pero las empresas y el estado incumplen los compromisos asumidos de limpieza y reparación de los daños ocasionados.
Progreso y oportunidades
El propio Antonio Brack Egg, actual ministro (desaparecido) del Ambiente, nos mostró en decenas de reportajes las posibilidades económicas de la selva peruana.
Varias de estas experiencias se desarrollan con los indígenas. En Madre de Dios, hay negocios de turismo ecológico hechos en convenio entre empresarios extranjeros y comunidades nativas. En la selva de Loreto, hay pueblos indígenas explotando de manera sostenible la madera. El desarrollo de piscigranjas, por parte de comunidades nativas, ha sido favorecido por nuevas tecnologías del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP) y promovido por gobiernos regionales como el de San Martín. Comunidades wajún han avanzado en su actividad productiva con piscigranjas y mejoras de su cultivo del cacao apoyados por la ONG SAIPE. La propia AIDESEP, hoy reconocida por representar a los indígenas y organizar su movilización, tiene décadas de experiencias exitosas en proyectos de salud y educación.
Hay, además, una gran riqueza por aprovechar en nuestra amazonía. El bosque es un sumidero de carbono, prestando así un gran servicio a la humanidad en estos tiempos de calentamiento global, servicio que debe ser pagado por los países desarrollados que son los grandes contaminantes. La biodiversidad nos puede permitir desarrollar muchos productos de gran valor, sobre todo medicinales, nutricionales y de cuidado personal.
Aprovechar la riqueza ecológica de la amazonía, priorizando sus recursos renovables en vez de limitarse a extraer petróleo, oro y madera “a la mala”, tiene como gran ventaja su sostenibilidad. El petróleo y el oro, con toda seguridad, se acabarán. El bosque, si se le cuida, no.
Petróleo: ¿de todos los peruanos?
El último argumento de Alan García es que el petróleo es de todos los peruanos, y que 400 mil nativos (así dice él en su desinformación o demagogia) no pueden ir en contra de 26 millones de peruanos.
Bueno, yo soy parte de esos millones de peruanos que no somos indígenas. Pero resulta que cuando se vende la empresa Petro-Tech, que extrae el petróleo peruano, su dueño el sr. Kallop dejó de pagar US$ 270 millones de dólares de impuestos. Así lo estableció una Comisión Investigadora del Congreso dirigida por un aprista, es decir, no de la oposición sino del gobierno.
Además, por cierto, prácticamente toda la explotación petrolera en el Perú es hecha por trasnacionales. Petroperú ya no explora ni explota petróleo, como sí lo hacen ENAP de Chile, Pemex de México, Petrobras de Brasil o Ecopetrol de Colombia, para hablar solamente de países vecinos que no registran cambios políticos más nacionalistas como Venezuela, Bolivia o Ecuador.
Además, cuando se concesionaron los lotes petroleros, el ex ministro y congresista aprista Rómulo León, junto con el aprista Manuel Químper vicepresidente de Perúpetro, y el sr. Fortunato Canaán a quien el ex premier aprista Jorge del Castillo visitaba en su suite y que hacía costosos regalos al ex ministro aprista Hernán Garrido-Lecca, hicieron un “faenón”.
¿Disculpe, Sr. García, ese petróleo que pertenece a los 26 millones de peruanos, podría decirnos más o menos cuánto nos beneficia a los 25 millones 999 mil 900 peruanos que no somos del cogollo del gobierno? Lo cierto es que los impuestos y regalías pagados por el petróleo en las últimas décadas no llegan ni al 5% de los ingresos del Estado.
Democracia y economía
Pero la gran cuestión en debate hoy es si cualquier propuesta de desarrollo para la selva peruana puede hacerse en contra de sus habitantes, indígenas y mestizos. Para el neoliberalismo extremo, como el petróleo y el oro valen mucho, no importa que su explotación les cueste la vida a los pueblos que allí habitan desde milenios atrás. Al extremismo ideológico le sale su vena autoritaria.
Hay otra posibilidad. La de un desarrollo de la amazonía y de la sierra que sea económico y social, con su gente y no contra ella, mediante acuerdos y no puras imposiciones, que respete el medio ambiente y sea sostenible. La extracción de petróleo, oro y madera pueda darse, en este esquema, de una manera limitada, cuidadosamente regulada y en acuerdo con los pueblos indígenas. Solo así, la riqueza de nuestra amazonía servirá para que la mayoría de peruanos, y sobre todo los más pobres, se vean beneficiados por esa riqueza que, como dice la Constitución, le pertenecen a la Nación, y no al señor Alan García.
Por:
Por Pedro Francke Ballvé
miércoles, 10 de junio de 2009
Bagua, el Estado y la Lucha de Clases.
El genocidio contra los nativos y pobladores de la Amazonía concebido, planificado y ordenado por Alan García Pérez que como es ampliamente conocido ha dejado un lamentable número de muertos, mutilados, heridos y desaparecidos entre miembros de la Policía Nacional del Perú, nativos aguarunas y pobladores de Bagua, tiene íntima relación con la naturaleza de "el Estado".
El Estado es un producto de la Sociedad. No apareció en escena debido a alguna ocurrencia ó algún invento de algún antiquísimo gobernante como Tutankamon ó El Señor de Sipán.
El Estado se origina cuando los antagonismos entre las clases sociales -derivados siempre de causas económicas- se tornaron irresolubles por la vía pacífica.
Para que las inevitables luchas resultantes de estas contradicciones no terminaran con sus protagonistas y con la incipiente humanidad, se hizo necesario la presencia de un Poder aparentemente situado por encima de la Sociedad, llamado a amortiguar el conflicto y mantenerlo dentro de un ORDEN que hiciera posible la continuidad social.
Es claro que si las clases sociales pudiesen conciliar sus intereses, el Estado no habría surgido ni tendría razon de existir.
El Estado es un órgano de dominación de unas clases sobre otras. Es un órgano de opresión de las clases dominantes sobre las dominadas.
Representa el "orden" que legaliza y afianza esta opresión amortiguando hasta donde le es factible los choques entre las clases en lucha.
Retornemos a Bagua.
La burguesía peruana es un socio menor de la gran burguesía internacional, un puñado de personas que está detrás de esas grandes corporaciones que son dueñas de gran parte del planeta.
Estas corporaciones son insaciables cuando tratan de ganar utilidades, beneficios y dividendos. Carecen de todo escrúpulo moral en la búsqueda de su enriquecimiento.
Los dueños de estas megaempresas a través de especialistas, funcionarios y ejecutivos encargados de estudiar los mercados y las economías e incrementar su presencia en el reparto del mundo conocen que en la selva de un ignoto país de la América Meridional llamado Perú existen inmensas riquezas que podrían incrementar sus dividendos: petróleo, gas, minerales, madera y agua.
Saben además que el poder en el Perú está en manos de un socio menor: la burguesía peruana que gobierna el Perú a través del Jefe de Estado y el Parlamento y naturalmente controla a los demás poderes públicos.
Saben también que el Jefe de Estado en Perú podrá ser un delincuente, asesino, coimero y ratero compulsivo pero se trata de un "amigo", de uno de los suyos. Es tan amigo de las corporaciones y tan servil que trata a toda costa de mostrarse como tal al punto que, llegando a extremos de impudicia, de cuando en cuando suele escribir mamarrachos ideológicos que los titula "El Perro del Hortelano."
Allí han podido leer cosas tan alentadoras y prometedoras para sus bolsillos como:
“Hay millones de hectáreas para madera que están ociosas, otros millones de hectáreas que las comunidades y asociaciones no han cultivado ni cultivarán, además cientos de depósitos minerales que no se pueden trabajar y millones de hectáreas de mar a los que no entran jamás la maricultura ni la producción.”
“Para que haya inversión se necesita propiedad segura [de la tierra], pero hemos caído en el engaño de entregar pequeños lotes de terreno a familias pobres que no tienen un centavo para invertir. Pero la demagogia y el engaño dicen que esas tierras no pueden tocarse porque son objetos sagrados y que esa organización comunal es la organización original del Perú…”.
“…existen verdaderas comunidades campesinas, pero también comunidades artificiales, que tienen 200,000 Has en el papel pero solo utilizan agrícolamente 10,000 Has y las otras son propiedad ociosa, de 'mano muerta', mientras sus habitantes viven en la extrema pobreza y esperando que el Estado les lleve toda la ayuda en vez de poner en valor sus cerros y tierras, alquilándolas, transándolas. Porque si son improductivas para ellos, sí serían productivas con un alto nivel de inversión o de conocimientos que traiga un nuevo comprador”
("El perro del hortelano, octubre 2007").
Saben pues los señores del mundo que nuestro sebáceo doctor García Pérez desea “poner en valor” esas tierras y recursos, hasta el momento propiedad de indios salvajes, argumentando que "son de toda la Nación”.
Conocen que ese "poner en valor" en boca de García significa la entrega a ellos ( es decir a las corporaciones) de esas riquísimas tierras y recursos en su beneficio, tal como viene sucediendo con las grandes concesiones mineras y petroleras que el Perú otorga y que generan tan suculentas ganancias que, por si fuese poco no pagan impuesto a la renta, ni se les exige cuidados ambientales. Esto de la carta blanca para pasarse por encima el cuidado del medio ambiente lo conoce muy bien la Newmont Mining Corporation (Yanacocha):
Pasemos a " las clases "dominadas": en el caso de los nativos de la amazonía peruana se trata de pueblos antiquísimos emplazados en las riberas del Amazonas muchísimo antes que las más antiguas dinastías egipcias en el Nilo que viven de la caza, pesca, agricultura y cria de animales. Estos pueblos son los que iban a pagar los platos rotos de la presencia depredadora y saqueadora de los “inversionistas” y de "las puestas en valor" del doctor García.
Sobre esto ellos tienen una nefasta experiencia.
La llamada “época del Caucho” fue por demás aleccionadora. En ella fueron víctimas de un terrible genocidio.
Cuando se descubrió hacia 1970 petroleo en Trompeteros y Pavayacu y se construyó el "oleoducto nor peruano" también se pronunciaron discursos floridos y fastuosos sobre “el progreso de los pueblos”. Hasta probalaban la idea que allí ( !!precisamente en la zona de Bagua!!) se erigiría una ciudad "igual o mejor que Brasilia" que traería un bienestar incomparable a los pueblos amazónicos....….eso está documentado en los diarios y revistas más serios de la época disponibles en la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional del Perú.
¿Qué trajo la bonanza de "la era del caucho" a indígenas y a pobladores mestizos de esa región?
¿ Qué trajo el boom petróleo?
Robo, saqueo, depredación de sus tierra y mayor miseria.Más hambre, mendicidad y prostitución.
No hubo ni progreso material ni moral.
¿Se ocupó la sociedad peruana de dotarlos de coberturas de salud, educación y seguridad ?
!Nada de eso! La pobreza extrema siguió creciendo. Allí están las cifras.
En estos años para enfrentar y defenderse de los planes de "los inversionistas" y "ponedores en valor" de sus tierras ancestrales la situación es diferente y mejor.
Hay infinitamenta más posibilidades de comunicación. Los pueblos no están aislados como antes.
La burguesía peruana ahora no puede hacer lo que le venga en gana con “los chunchos” a los que valora como un par de escalones abajo del ser humano.
El escenario es diferente.
Estando frente a frente "la clases dominantes" y una porción de "clases dominadas" dispuestas a confrontar , los primeros por más riquezas, los segundos por su vida y razón de existir, el ESTADO abandona la apariencia de "estar por encima de la sociedad y sus conflictos" y juega su papel.
Aquí hay demasiado dinero en juego y la burguesía y las corporaciones y los "inversionistas" apadrinados por su gestor de negocios el doctor García, no van a ceder las cosas gratis.
Para eso existe, para eso funciona "el Estado" en una sociedad de clases. Para eso tiene el monopolio de la fuerza que " la ley le ha otorgado".
En efecto Alan García lanzó a gente del pueblo también oprimida ( los policías) a masacrar a otra gente del pueblo. El resultado es conocido.
Todo esto se llama "LUCHA DE CLASES" y no otra cosa.
Legiones de gentes convenientemente lobotomizadas e imbecilizadas por los medios masivos (propiedad de la gran burguesía internacional) se cuentan la mentira que derrumbadas las estatuas de Marx y Lenin en Rusia y la Europa oriental este cuento se terminó.
Si hasta se han hecho de una especie de propagandista: un japonesito apellidado Fuyakuma ó Fuyukama ó Fumayuka ó Fukuyama o algo así que andaba predicando "El Fin de las Ideologías". Soñar no cuesta nada.
sábado, 6 de junio de 2009
El "terrorista" Alberto Pizango
martes, 2 de junio de 2009
¿Porqué luchan los pueblos amazónico?
El problema actual:
Así, es posible comprar un terreno habitado por kokamas, kokamillas, aguarunas, huitotos, mashiguengas, jíbaros, shuaros, pebas, boras, shipibos, ashaninkas, shandoshis, challawitas, shawis, por nombrar algunas de las 62 etnias amazónicas.
“De todos los peruanos”
Decir que “la selva es propiedad de todos los peruanos y no de un puñado de nativos” es gritar a viva voz que se desconoce o que no nos interesa la realidad del nativo de la selva y que no nos interesa la conservación de la selva amazónica.
Hay 4,000 nativos en pie de lucha en la carretera Yurimaguas-Tarapoto, hay un llamado a la guerra si no derogan las leyes que ha dictado este gobierno aprista.
No son tontos ni ignorantes
Lo cierto, de paso, es que los pueblos peruanos están hartos de que se extraigan riquezas de sus zonas de influencia y luego no les quede más que pobreza y desolación.
Eso mismo se vive en la selva, solamente que en forma más exagerada. En Andoas o Trompeteros, por citar dos ejemplos, el explotador tiene prohibido que sus trabajadores o contratistas visiten siquiera el pueblo vecino, donde la pobreza llega a niveles insoportables. O sea que ni te doy ni dejo que te den, es el colmo.
Raúl Wiener