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Si algo de positivo ha tenido el lanzamiento de la candidatura de Jaime Bayly a la presidencia de la república ha sido retirar los últimos vendajes que precariamente ocultaban la gangrena que se ceba en el alma de nuestra caduca y decadente burguesía criolla, clase social que notoriamente viene mutando, al compás del desarrollo del neoliberalismo en boga, en lumpen-burguesía.
La fetidez que emana de la sociedad peruana actual, difícilmente podría encontrar parangón en la propia historia del Perú o de América Latina.
El país de opereta que vemos en el día a día es la hechura, producto y resultado de su clase dominante. Fue construido por la burguesía peruana a imagen y semejanza de su propia decrepitud.
La tropical republiqueta bananera que es el Perú de hoy es la resultante de lo que Antonio Gramsci denominaba “hegemonía cultural.”
La hegemonía cultural de la burguesía, significa algo tan simple como hacer que los de abajo, los dominados, piensen y se comporten como los de arriba, como sus dominadores
Esta alienación de las masas populares la burguesía la conquista mediante el sistema educativo, la Iglesia y Religión, la manipulación de los símbolos y sobre todo con el control de los medios de comunicación.
Así consigue que los explotados, dominados, marginados, ofendidos y humillados perciban su situación como algo “natural”, “inherente a la vida”, como que “así son y fueron siempre las cosas” y en consecuencia inhiban y castren su capacidad crítica, su inconformismo, su rebeldía, en síntesis su potencialidad revolucionaria.
Este es la columna principal sobre la que se erige el sistema de dominación: el dominio de las mentes. Los aparatos de represión constituyen las vigas.
Para romper este estado de cosas en el Perú, para disputar la “hegemonía cultural” existe un instrumento en estado potencial: “el partido de masas e ideas” concebido, propugnado y puesto en marcha por José Carlos Mariátegui en 1,928. Pero esto es otro tema.
Uno de los aspectos singulares y más llamativos de nuestro colectivo social, producto de la aludida “hegemonía cultural” ejercida por la lumpen- burguesía peruana es la complacencia con la corrupción en todas sus formas y manifestaciones.
En el Perú de hoy delinquir, robar, saquear, traficar drogas desde el Poder, cometer crímenes, abusar de los más débiles y desvalidos es admitido por las grandes mayorías como algo natural, normal, comprensible y aceptable.
De esta alienación han hecho fortuna pecuniaria y política toda la fauna de politicastros burgueses y pequeño burgueses.
Pocos se espantan y asquean por esto. Ser condescendiente con la corrupción es la norma social no escrita. Por momentos pareciera que los requisitos para ser popular y aceptado por la gente es ser ladrón, criminal, delincuente, traidor, carecer de escrúpulos y ser un pendenciero.
"No importa que robe mientras haga obras" es la cínica fórmula que la mayor parte de la gente ha internalizado. O peor aún "si los grandes roban porqué no robar" que es más o menos la divisa de alcaldes y funcionarios públicos menores, con las naturales excepciones que confirman la regla.
El Perú actual es por todo esto el reino de lo que los científico sociales denominan la anomia. El espacio donde no hay un conjunto mínimo de normas.
El crimen en estas tierras paga y con creces.
Por esto es que la sociedad peruana volvió a elegir en el 2,006 como “Presidente de la República” a un genocida y avezado delincuente que se hizo millonario saqueando fondos públicos y coimeando a todo meter. A un hampón, que era tan conciente de su culpabilidad, que vergonzosamente se acogió a la figura legal de la “prescripción de los delitos” para no ser juzgado por sus probadas y comprobadas raterías al frente de una gavilla de ladrones reclutados en los bajos fondos dirigenciales de su ex –partido.
Por esta misma complacencia con lo podrido es que el cuerpo social permitió, por ejemplo, que nuestro "prescrito"y encallecido delincuente haciendo uso de sus potestades presidenciales sacara de la cárcel ( de una clínica privada para ser más exactos) mediante vergonzoso “indulto por razones humanitarias” a un sujeto de su misma calaña que había recibido 23 millones de dólares robados al pobre Estado Peruano en un siniestro cambalache: poner su canal de TV al servicio de la dictadura y que fue ¡filmado! recibiendo tal coima ....salido de la cárcel, mientras veranea en playas para la “alta sociedad limeña” o se va de compras a Buenos Aires viene haciendo las coordinaciones con sus abogados para reclamar la devolución de “su canal de Tv.” algo de lo que se jacta y ufana el porcinesco "doctor" García Pérez.
Así ocurrió el 1 de Enero del 2,010, cuando declaró que su indultado "por razones humanitarias" (o sea el delincuente Crousillat) "representaba para algunos una alta peligrosidad empresarial" -que es una amenaza velada contra los actuales propietarios de América Televisión, que de cuando en cuando sueltan algunas críticas aisladas al régimen del Cerdo.
Por esta vocación nacional por la sordidez es que Keiko Fujimori, la hija del presidiario que siendo dictador saqueó el tesoro público por algo de dos mil millones de dólares, que con la coartada de asistir a una reunión de la APEC en Malasia fugó hacia el Japón cargado con 45 maletas llenas de dinero robado y videos comprometedores, para renunciar por fax y dar a conocer que también tenía la nacionalidad japonesa ( que había negado poseer en 7 idiomas durante su mandato), que mandó apresar y torturar a su entonces esposa y madre de la propia Keiko, que disfrazó a un militar de fiscal para allanar un domicilio y sustraer pruebas contra él, que apadrinó y premió a escuadrones de la muerte que abatían a balazos a niños para que no sean "futuros terroristas", tiene una de las más elevadas preferencias electorales porque el punto central de su programa de gobierno es

Por esta inclinación por la mugre es que un aprendiz de autócrata mudo, que expolia de manera escandalosa los dineros públicos, sobrevalorando obras que resultan costando más caras que en Londres o París o pagando al contado millonadas de dólares a fantasmales empresas fundadas ex profeso por sus familiares, goza de las preferencias electorales para ser elegido presidente de la república.


Estas son pues al empezar la segunda década del siglo XXI las más importantes figuras en el plano político de nuestra clase dominante.
Cualquier inventario que de los líderes de la degenerada burguesía peruana se haga, por más benigno y condescendiente que uno intente ser, arroja resultados lapidarios y demoledores, que confirman la naturaleza decadente, anacrónica, decrépita de esta clase social.
Por si fuese poco, en medio de este desolador panorama aparece como la nueva gran figura política de la burguesía peruana el showman y cómico de la TV Jaime Bayly .
La aparición de este personaje de la farándula ha causado un furor inocultable en todos los medios de comunicación .
Esas pulsiones sociales de complacencia con lo podrido, vocación por lo sórdido, inclinación por la mugre, propensión a la carroña, alcanzan ahora con la presencia de Jaime Bayly lo escatológico: el regocijo con lo excrementicio, el solazarse con la mierda como dice Marco Aurelio Denegri..

Basta pegar una ojeada a los artículos de los sesudos comentaristas y editorialistas de la prensa burguesa para comprobar esto.
“El outsider”, el “iconoclasta”, el “hombre pone en agenda los problemas centrales de la sociedad”, “el rebelde”, “el inconformista”, “el contestatario” esas son algunas de las encomiásticas caracterizaciones que recibe este personaje.
En el colmo de los delirios el editorialista principal del más importante diario del Perú, El Comercio, escribe las siguientes estupideces sobre el cómico peruano.
“Bayly es un “outsider” en tanto representa una brisa iconoclasta que introduce en la agenda nacional un tema medular habitualmente ignorado: ¿qué modelo de sociedad queremos construir los peruanos en el siglo XXI”?
Llegando al colmo de la más supina imbecilidad compara al autor de novelitas de entretenimiento para gays con algunas cimas del pensamiento occidental como Jean Paul Sartre, Karl Popper y otros.
La siguiente parrafada del pobre e infeliz editorialista, cuyo nombre no ponemos por respeto a sus hijos, debería figurar en cualquier antología de las payasadas sociales que en el futuro se haga:
“No sé si Bayly transita por el legado de grandes autores como Popper, Sartre, Maritain, Sartori… y tantos otros filósofos de la condición humana.”
Estupideces y despropósitos de parecido calibre pueden leerse diariamente en la prensa peruana referidos al cómico de TV, elevado por la prensa reaccionaria a la categoría de literato”….hasta donde se conoce este término, en el Perú era más bien aplicable a escritores como Vargas Llosa, Arguedas, Ribeyro, Ciro Alegría, Scorza, Miguel Gutiérrez, Bryce Echenique, Edgardo Rivera Martínez, en fin.
La “brisa iconoclasta”, los "vientos renovadores" que los decrépitos plumíferos de la lumpen burguesía peruana perciben en Bayly no pasan de ser la enésima pérdida de aire de un decadente y escandaloso rosquete que está siendo utilizada como distracción (...esa es la profesión del cómico nacional a fin de cuentas) para evitar que la gente cuestione cosas como "el modelo económico", los faenones y raterias de García y sus secuaces, la extraordinaria movilización de los nativos contra los planes de Alan García de entregar la Amazonía a las trasnacionales, la huelga policial, la privatización de los puertos o el TLC con Chile.