viernes, 31 de julio de 2009

El Naufragio del Fútbol Peruano (II)

En la primera parte del relato de este naufragio


( http://eltractorrojo.blogspot.com/2009/07/el-naufragio-del-futbol-peruano-i.html )


nos habíamos quedado con la aseveración de nuestro cándido Director Técnico (DT) "Chemo" Del Solar de que el plantel de jugadores que él había elegido para acometer la empresa de acudir al Mundial de Fútbol del 2,011 era "la mejor generación de futbolistas de los últimos 50 años".

Ni más, ni menos ese fue el diagnóstico de nuestro pintoresco entrenador.

Es relativamente fácil toparse con varias estupideces dichas por José Del Solar. Tal vez tengamos ocasión de referirnos a algunas de ellas más adelante. Sin embargo ahora vamos a abocarnos a esta célebre aseveración : " tenemos la mejor generación de futbolistas de los últimos 50 años".


En 1,959, exactamente 50 años atrás, en el Perú había una destacada generación de futbolistas, y, al parecer el fútbol peruano inspiraba respeto, y no como ahora que estamos en el ámbito sudamericano debajo de Bolivia y Venezuela.


De cuando en cuando y de manera absolutamente casual hemos visto durante estos últimos años, en programas deportivos de la TV internacional a veteranos periodistas y ex- estrellas del fútbol sudamericano referirse encomiásticamente a la calidad del fútbol y de futbolistas con que el Perú contaba hacia 1,959.


En efecto, uno repasa nombres y analiza la alegre declaración del que dirigió al Perú en las recientes debacles del 0- 6 con Uruguay y 1-5 contra Ecuador y no puede dejar de quedarse estupefacto.
Repasemos algunas cosas:


Hace 50 años, en Julio de 1,959, la selección peruana enfrentó en Lima al seleccionado de Inglaterra.

¿Resultado?

Perú 4 - Inglaterra 1.

A juzgar por lo que informaban los corresponsales deportivos británicos esta derrota con baile incluido había significado una experiencia traumática, una humillación para quienes se estimaban y eran una de las mayores potencias mundiales del fútbol.

Esta misma generación de futbolistas un año atrás había disputado en dos cotejos, en Lima y en el Maracaná, con Brasil un cupo para asistir al Mundial de Suecia. Con el mismo Brasil que se coronaría campeón del mundo.

La clasificación la consiguió Brasil muy ajustadamente: empató en Lima 1-1 y venció 1-0 en Brasil con un gol agónico de Didí.

Luego de coronarse Campeón del Mundo en Suecia, Brasil y Perú se enfrentaron nuevamente en el Campeonato Sudamericano de Buenos Aires, un torneo que tenía una importancia superlativa en aquellos años. Concitaba tanta expectativa como la Copa del Mundo dado que el fútbol sudamericano era, sin discusión, superior al europeo.

El cotejo de Perú contra el flamante Campeón Mundial Brasil con sus figuras Pelé, Garrincha, Didí, Zagalo, Bellini, Djalma Santos, terminó 2- 2 y con los brasileños pidiendo la finalización del encuentro.

En ese mismo sudamericano a otra potencia del fútbol mundial, Uruguay, Perú lo terminó vapuleando con un 5-3

Como se verá estas actuaciones están a años luz de los de la "mejor generación de los últimos 50 años".

Veamos algunos nombres y trayectorias a modo también de desagraviar a estos futbolistas de los rebuznos del fracasado Del Solar:

Juan Seminario se llama el muchacho de la foto. Apodado "El Loco" jugó por el Deportivo Municipal en el Perú. A raiz de sus actuaciones con el seleccionado nacional fue contratado para jugar en España.

Allá jugando de puntero izquierdo y en un equipo de media tabla, se consagró en una temporada como el máximo goleador de la Liga Española que entonces, como ahora, cobijaba a las grandes estrellas de fútbol mundial.

Juan Seminario pasaría luego al Barcelona F.C y luego al Fiorentina de Italia donde también se canso de hacer goles. Luego volvería al Barcelona. Finalizó su carrera en el Atletico Grau de Piura.


Víctor Benítez apodado "El Conejo" fue un jugador extraordinario. De Piñonate saltó a los 16 años al primer equipo de Alianza Lima y a poco de cumplir los 20 ya era titular de la selección nacional desplazando nada menos que a Guillermo Delgado quien era toda una institución en la selección peruana y en Alianza Lima, donde era el único blanco.Negrita

El Conejo fue campeón en Argentina con Boca Juniors pasó al AC Milan donde destacó nítidamente en el fútbol europeo marcando a gente como Sívori, Puskas, DiStefano, Mazzola.

Alternó además en el Roma y el Inter.

Fue finalista de la Copa Intercontinental por haber sido sucesivamente campeón en Italia y de la Copa Europa con el AC Milan.

En un mundo donde no había ni la milésima parte de medios de comunicación de ahora, la prensa peruana magramente informó así de la participación del conejo Benítez:

A lo mejor las imbecilidades que habla Del Solar sea producto de su supina ignorancia.
Dicen que su hermano mayor Carlos Gómez Sánchez era aún mejor que Oscar "Huaki" Gómez Sánchez. Cuentan que Carlos apenas llegado de unas vacaciones de la Argentina donde militaba en Boca Juniors fue a jugar un partido de barrio en Chorrillos en la célebre "cancha de los muertos" al costado de la salida del túnel de La Herradura y allí se lesionó y quedó inutilizado para jugar fútbol.

Su hermano Oscar, el de la foto, fue un destacado jugador de Alianza Lima que luego jugaría en River Plate y Gimnasia y Esgrima de La Plata donde fue ídolos de la hinchada platense.

Juan Joya del barrio del Rímac fue toda una institución en el fútbol uruguayo. Apareció en el "Combinado Rímac" y de allí pasó a Alianza Lima donde destacó nítidamente y también en los seleccionados peruanos.

Pasó por el River Plate para recalar en el Peñarol de Uruguay donde fue varias veces campeón de la Copa Libertadores y Campeón Mundial Interclubs con goles decisivos suyos. En alguna ocasión, en partido amistoso, le pusieron la camiseta celeste.
Miguelito Loayza es uno de los jugadores más habilidosos y precoces que ha dado el fútbol nacional.

Un domingo siendo adolescente estaba jugando con los amigos del barrio de Surquillo en los espacios que había en el Paseo de la República por donde circulaba el tranvía. Llegó hasta allí en un taxi muy apremiado el utilero del Ciclista Lima por encargo del entrenador argentino Luis López: había habido un problema de último minuto y le faltaba un jugador, y ordenó que trajeran al mocoso que había visto jugar en las divisiones inferiores del Ciclista.

Llegó al Estadio Nacional en el taxi con el utilero cuando ya el partido estaba empezado. Loayza ingresó y fue la estrella del partido en que el colero Ciclista Lima derrotó al Cristal.

"El Maestrito" como lo apodaron se banqueteó con la ruda defensa rimense. En las fechas sucesivas el Estadio se llenaba para "ver a Loayza".

Fue convocado a la selección peruana para el Sudamericano de 1,959 y participó activamente en el quibre generalizado de cinturas inglesas (4 - 1 ).

Del Ciclista Lima pasó al Barcelona de España. De allí a Argentina donde jugó en Boca Juniors, River Plate y Huracán, terminando su carrera en Colombia en el Deportivo Cali donde lo apodaban "el mago".

Durante los años 60 ninguno de estos cracks jugaba por la selección. Los clubes no los prestaban y los viajes eran muy complicados.

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Ahora, como ejercicio de comicidad, pasemos a ver algunos rostros e imagenes de "la mejor generación de los últimos 50 años"


lunes, 27 de julio de 2009

Chile y la Burguesía Peruana ( II).

La realidad del día a día constituye una fuente inagotable de datos, pruebas, hechos y situaciones que confirman y reconfirman la naturaleza caduca y decadente de la clase dominante en el Perú: la burguesía peruana.
En anterior escrito sobre este mismo tema:
describíamos algunas de las características de la oligarquía chilena en relación a su homóloga peruana. Decíamos que en el país del sur hay una clase social que no sólo se comporta como clase dominante, sino que además asume el rol de dirigente, y que mal que bien es capaz de construir una nación sobre bases capitalistas modernas.
En aquel artículo enumerábamos algunos de los lineamientos de política exterior chilena diseñada por Diego Portales en relación al derrotero de Chile que irremediablemente afectan el destino de la nación peruana:
-El dominio y hegemonía de Chile en esta parte del Océano Pacífico a través de una poderosa marina mercante nacional y una más poderosa fuerza naval de guerra.
- Establecimiento de unas fuerzas armadas poderosas que garanticen soberanía real y proyecciones territoriales.

-Predominio de Valparaiso sobre El Callao.
Pues bien, tal como decíamos al inicio de este escrito, la verde realidad de la Vida demuestra por enésima vez la naturaleza entreguista y antinacional de la clase social que detenta el poder y el control del Estado en nuestro país.
Nuestra clase dominante, nuestra lumpen burguesía funciona para casi todo efecto como un apéndice, como una suerte de auxiliar, como una especie de gestora y promotora de los grandes intereses económicos chilenos.
Todos y cada uno de sus actos ejecutados a través de sus operadores y sirvientes en el quehacer político peruano (....los que van desde la extrema derecha hasta el centro del espectro político, es decir: el Partido Aprista de Alan García , Renovación del Opus Dei , el PPC, Solidaridad Nacional y Perú Posible...) que tengan vinculación con Chile parecieran estar orientados por una máxima:
“Vivir sin favorecer los intereses chilenos es vivir en el error.”
Mediante la Resolución–005 – 2009 -EF firmada por Alan García Pérez, Mercedes Araoz y Luis Carranza el gobierno peruano ha decidido pasar lo que era un objetivo nacional fundamental para el desarrollo del Perú, consistente en hacer del Callao un Megapuerto utilizando la vecina Isla de San Lorenzo a un dudoso negocio turístico- inmobiliario para poner una cadena de hoteles, casinos y burdeles en San Lorenzo, área reservada de la Marina de Guerra del Perú.
En efecto entre gallos y medianoche y amparados bajo las sombras de los últimos escándalos mediáticos, en forma subrepticia Alan García Pérez ha promulgado tal resolución por la que el destino de la Isla de San Lorenzo se traslada a una oficina de PROINVERSION denominada "PRO VALOR"- "COMITE DE PRO INVERSION EN ACTIVOS, INMUEBLES Y OTROS PROYECTOS DEL ESTADO."
Con este cambio el destino del proyecto del Megapuerto ha sido tirado al tacho de basura por el auspiciador, amanuense y correveidile de los intereses chilenos en el Perú y conspicuo representante de la decrépita y antinacional burguesía peruana el doctor Alan García Pérez.
Ciertamente García Pérez no está sólo en esta siniestra cruzada: fíjense nomás que lo secunda la señora Mercedes Araoz la misma que pujó a más no poder para conseguir un ilegítimo e ilegal Tratado de Libre Comercio con Chile que consolida la subordinación de nuestra economía a la sureña, y un empleado de la banca internacional privada destacado como "ministro de economía para el Perú", el doctor Luis Carranza.

Obsérvese como un político (García Pérez) y un par de cuadros burocráticos (Carranza y Araoz) cumplen al milímetro con los designios de la portaliana política exterior chilena:

-"Consolidar la hegemonía chilena en esta parte del Oceano Pacífico."

-"Garantizar el predominio de Valparaiso ( y ahora Mejillones) sobre el puerto de el Callao."

Los hoteles, casino y burdeles de la isla de San Lorenzo resultantes de la "puesta en valor" por el doctor Alan García posiblemente quedarán en manos de algun consorcio chileno en sociedad con algún "amigo del presidente" como es el caso de los terrenos de la Escuela de Aviacion Civil de Collique, la corporación chilena Besalco y "Pepe" Graña.

La burguesía chilena de este modo habrá consolidado sus objetivos estratégicos respecto al Oceano Pacífico con la alegre colaboración de sus pares peruanos en la persona de los gobernantes de turno.

No escapará además el simbolismo de todas estas operaciones hechas a través de nuestros postmodernos felipillos:

-Le quitan a la FAP los recursos de reserva que significaba Collique, para que una corporación chilena ( que construye aereopuertos militares en Chile) haga utilidades.

-Le quitan a la AP la reserva de la Isla de San Lorenzo para licitar los hoteles, casinos y burdeles de los doctores García, Carranza y Araoz.

-Le quitan cuarteles al EP para hacer supermercados y "retails" chilenos.
( además recuérdese la fallida "puesta en valor" de los terrenos del Cuartel General del Ejército en San Borja.)

Se me ocurre una hipótesis:

Los estrategas de inteligencia política chilena observan con detenimiento la marcha de la política interna de nuestro país.

La experiencia y sobretodo la infausta década del gobierno del delincuente nipón Kenya Fujimori les ha dejado una clarísima enseñanza:

La casta política peruana es CORRUPTA POR NATURALEZA.
Por dinero el politicastro peruano promedio es capaz de todo:

Desde cobrar 9,000 dólares siendo presidente de la república a la institución que lucha contra el hambre en el mundo (la FAO) por dictar una conferencia ó "triangular" aviones MIRAGE coludido con un traficante libanés como hizo Alan García Pérez en 1,985 para obtener una suculenta coima a costa de hacer peligrar la seguridad nacional, hasta utilizar una guerra exterior (con Ecuador) para hacerse millonarios con las comisiones por compra de armamentos (Malca, Montesinos, Fujimori, Hermoza).

Desde esa hipótesis podría explicarse la forma tan fácil como Alan García y cófrades intentan sepultar el destino de el Callao y favorecer intereses chilenos.

Naturalmente nada está dicho.

Dependerá del pueblo del Perú, particularmente de los trabajadores portuarios del Callao que se concreten o nó los negros designios de nuestro antinacional, corrupto y entreguista gobierno.

jueves, 23 de julio de 2009

El Naufragio del Fútbol Peruano ( I )

Uno tiene que empezar por algún lado.

Empezemos por lo más obvio.

José del Solar conocido como “Chemo” fue un mediocre jugador de fútbol que entró en la escena deportiva en una época aciaga, cuando todos los campos de la actividad humana en el país estaban, como dice la letra del tango “en el hondo bajo fondo donde hasta el barro se subleva”: Alan García Pérez hacía las veces de “presidente de la república"

“Chemo” apareció como futbolista cuando la última buena generación de futbolistas peruanos ya se había jubilado por razones de edad.

Me refiero a los Cueto, Velásquez, Uribe, Barbadillo, Oblitas.

En 1,985 en el estadio de River Plate estuvieron a punto de eliminar a la selección argentina de Maradona, la que un año más tarde se consagraría como campeón del mundo. Faltando 8 minutos Argentina logró empatar 2-2 aquel partido que marcó el adios de aquella generación.

Allí, luego de esa despedida, apareció nuestro personaje, “Chemo” como futbolista.

Sería penoso referirme a la paupérrima calidad del fútbol peruano en la época que destacó “Chemo.”

Lo cierto es que al poco se fue al extranjero donde jugó en equipos de inferior categoría en España. Hacia el final de su carrera jugó en un club de segunda categoría en Bélgica y en Universitario de Lima.

Un mediocre como futbolista. Nada que destacar más allá de su pundonor.

Si como jugador de club fue un mediocre, como integrante de la selección peruana fue un desastre completo.

No se le recuerda por alguna actuación destacada.

Si por algo se le recuerda es por el rechazo que provocaba entre sus compañeros debido a su comportamiento, actitudes y modales de niño bien, de señorito, de pituco en buen romance.

En efecto José Del Solar Alvarez-Calderón vivía desubicado en un grupo humano formado por gente de extracción popular y sin genes importados.

En alguna ocasión se quejó públicamente de los gustos musicales de sus compañeros: declaró que sólo escuchaban Salsa.

En otra oportunidad había un premio por repartirse entre todo el plantel.

Prorrateando el total del dinero a cada uno le iba a tocar 2,000 dólares. En esas circunstancias Del Solar Alvarez-Calderón propuso al plantel que se hiciera un sorteo y que el ganador se lleve el total del dinero porque, según dijo, “2,000 dólares es muy poca plata”

Esto colmó la capacidad de aguante de sus compañeros. Estaba tan aislado del grupo que al DT del momento no tuvo más remedio que botarlo en aras de la indispensable buena convivencia.

Bueno “Chemo” concluyó su mediocre carrera como futbolista y empezó su desastrosa carrera como Director Técnico.

Si bien José Del Solar no sabe desenvolverse en ambientes de gentes del pueblo, en cambio se mueve como pez en el agua en los medios de la "alta sociedad", donde concurren dirigentes, grandes empresarios, managers de futbolistas que manejan cuentas millonarias, figurones del alto mundillo de la pelota.

Su amistad con el argentino Jorge Valdano (ex –jugador y manager del Real Madrid) le valió para que este lo colocase insólitamente como entrenador de las divisiones inferiores del club madrileño.

Estuvo un corto tiempo allí hasta que otro ex -futbolista argentino, Juan Antonio Pizzi, también íntimo suyo, lo convenció para que lo acompañase a dirigir al cuadro argentino Colón de Santa Fe.

Ocurría que Juan Antonio Pizzi carecía del indispensable "título" de D.T y el “Chemo” sí. La idea era que los dos estuviesen en el banco siendo formalmente Del Solar el DT.

Aquel año el Colón de Santa Fe celebraba sus 100 años de fundación y había hecho una inversión importante para formar un plantel competitivo que pusieron en manos del buen “Chemo” al lado de Pizzi.

Colón con “Chemo” al frente fue un desastre. Bastaron 6 penosas derrotas consecutivas para que la mitad de la ciudad de Santa Fe se sublevara contra los experimentos de la pintoresca dupla.

“Chemo” tuvo que fugar del linchamiento en Santa Fe escondido en la maletera de un auto. Pizzi iba en otro vehículo.

En ese toma y daca de favores Del Solar le consiguió el buzo de DT en el San Martín de Lima a Juan Antonio Pizzi. Como es sabido Del Solar es cuñado del gerente deportivo de San Martín. Siempre las relaciones sociales.

Pasó el tiempo y Del Solar arribó al Sporting Cristal al que sacó campeón en el año 2,005….bueno eso de que “sacó campeón” es sólo un decir: el Sporting Cristal manejaba en aquel año un presupuesto unas 4 o 5 veces mayor que el de sus más cercanos competidores.

De allí, sábe Dios mediante qué relaciones, fue designado incomprensiblemente Director Técnico de la selección peruana de fútbol para las eliminatorias del Mundial de Fútbol 2,011.

Luego de las presentaciones del caso convocó a una lista de jugadores y declaró estas imperecederas palabras:

"Es la mejor generación de los últimos 50 años"

martes, 21 de julio de 2009

Chile y la Burguesía Peruana ( I )

Por el más elemental sentido común y de previsión, las relaciones económicas del Perú con Chile debieron haberse manejado en los últimas dos décadas con un enfoque que tuviese en cuenta los antecedentes históricos y las proyecciones geopolíticas de nuestro vecino del sur.

Cuando escribimos “debieron" es porque nuestra clase dominante y sus gobiernos de turno a partir de 1,990 han avanzado demasiado en estas relaciones, prescindiendo por completo de la manera más irresponsable, de toda consideración a las enseñanzas de la Historia y de los factores geopolíticos.

La burguesía peruana, nuestra élite económica y política es una casta absolutamente mediocre y antinacional, parasitaria y ciega, corrupta e incapaz, caduca y anacrónica a más no poder.

Peor aún carece de todo vínculo emocional con el país al que más que dirigir, domina; y sus gobernantes y los excretas sociales que la representan en la esfera política y que ocupan la escena oficial desde 1,990, son el fiel reflejo de todas sus taras y carencias.
Es esta misma burguesía la que ha construido un país a su imagen y semejanza.
En los hechos es más una lumpen burguesía que una burguesía propiamente dicha.

Las razones por las cuales esta caduca y anacrónica casta social, que estando al mando de un país riquísimo en posibilidades y recursos, ha construido la caricatura de nación, el mamarracho de país que los peruanos sufrimos día a día, se remontan a la época colonial.
Es la herencia colonial.
Pero este ya es otro asunto.


En la historia republicana de casi 200 años de la América del Sur, a diferencia del Perú, Chile sí ha contado con una clase dirigente digna de ese nombre.


Seguramente también hay razones muy particulares de tipo histórico para que en el país del sur haya existido una élite con esas características: quizás su insularidad, su aislamiento geográfico, la presencia de pioneros antes que parásitos rentistas y vividores de la explotación criminal de los indígenas en haciendas y obrajes mineros, en fin.


Pero este también es otro asunto.

Lo cierto es que la clase dirigente chilena tuvo desde muy temprano una visión de país a largo plazo. Mientras ellos construían y construyen una nación, sus homólogos peruanos construían una especie de maloliente garito, por no decir otra cosa, donde se enriquecían a todo trapo gracias a las fugaces y pasajeras bonanzas de las “eras” y de los “booms” del guano, del salitre, del caucho, del petroleo, de los minerales, del gas.

Si alguien personifica esa calidad superior de la clase dirigente chilena es Diego Portales.


En virtud de esta doctrina Chile invadió el Perú en tres ocasiones: 1,837, 1,838 y 1,879.

En 1,837 y 1,838 invadió con la ayuda alegre y entusiasta colaboración de la casta política gobernante peruana y de sus caudillos militares, finamente trabajados por los visionarios designios de Portales.
Para Chile esas intervenciones en Perú constituían una respuesta a su supervivencia y viabilidad como nación y país.


No pretendemos resumir ni mucho menos el contenido del pensamiento guía de Diego Portales, pero baste mencionar algunos párrafos de una carta que él envió a Blanco Encalada, a la sazón jefe de la derrotada primera expedición chilena contra la Confederación Perú- Boliviana en 1,837. y que condensa parte de la doctrina portaliana.

"Sr. Don Manuel Blanco Encalada:

(…) " el carácter decisivo de la empresa que el Gobierno va a confiar a usted dentro de poco, designándolo como Comandante en Jefe de las fuerzas navales y militares del Estado en la campaña contra la Confederación Perú-Boliviana. Va usted, en realidad, a conseguir con el triunfo de sus armas, la segunda independencia de Chile."

(..) " la posición de Chile frente a la Confederación Perú-Boliviana es insostenible. No puede ser tolerada ni por el pueblo ni por el Gobierno, porque ello equivaldría al suicidio."

(..) “unidos estos dos estamos, no más sea que momentáneamente, serán siempre más que Chile en todo orden de cuestiones y circunstancias..”

(…)”..La Confederación debe desaparecer para siempre jamás del escenario de América. Por su extensión geográfica; por su mayor población blanca; por las riquezas conjuntas del Perú y Bolivia; apenas explotada ahora; por el dominio que la nueva organización trataría de ejercer en el Pacífico, arrebatándonoslo"

(..) “…Las fuerzas navales deben operar antes que las militares, dando golpes decisivos. Debemos dominar para siempre en el Pacífico: ésta debe ser su máxima ahora, y ojalá fuera la de Chile para siempre fuerzas militares chilenas vencerán por su espíritu nacional, y si no vencen contribuirán a formar la impresión que es difícil dominar a los pueblos de carácter…”

La influencia de Portales, las ideas centrales de su pensamiento han marcado la visión estratégica y las proyecciones de la oligarquía y burguesía chilena.

No fue casualidad que luego de destruido el Palacio de la Moneda en setiembre de 1,973 tras el golpe de estado, el general Augusto Pinochet cambiasen de nombre al edificio “Gabriela Mistral” que iba a servir como sede del gobierno por “Edificio Portales”

El ideario de Portales entre otras cosas plantea:

-El dominio y hegemonía de Chile en esta parte del Océano Pacífico a través de una poderosa marina mercante nacional y una más poderosa fuerza naval de guerra.

- Establecimiento de unas fuerzas armadas poderosas que garanticen soberanía real y proyecciones territoriales.

-Predominio de Valparaiso sobre el puerto de el Callao.

Estas cosas no fueron ni son simplemente papel mojado en tinta.

Cuando el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile durante la Guerra del Pacífico, José Manuel Balmaceda fue interpelado por el Congreso de su país, al cuestionamiento de porqué se prosiguió la guerra contra el Perú cuando Tarapacá y sus salitreras ya había sido conquistadas, respondió que:

“…para que Valparaiso surja, el Callao tenía que desaparecer.”

Así a lo largo de estos siglos el pensamiento Diego Portales ha servido de guía de la clase dirigente y de los gobiernos de Chile, independientemente de sus orientaciones ideológicas. Ha alimentado a fascistas como Pinochet a socialistas como Allende y a pseudo socialistas como Ricardo Lagos o Michell Bachelet.

Llegamos a 1,990, la llamada Globalización es una realidad en esta parte del mundo. Los intercambios comerciales, el movimiento de capitales e inversiones alcanzan una intensidad inédita en la América del Sur.

Empieza la primacía del neoliberalismo en el Perú, y la consiguiente ola de “privatizaciones”. Hay que vender o rematar todo y como sea.

¿Qué les dice entonces el General Augusto Pinochet a los empresarios chilenos?

“Compren el Perú que lo están rematando”.

“nuestras fuerzas armadas están para garantizar vuestras inversiones”

“existen países machos y países hembra, Chile es un pais macho, el Perú un país hembra …”

Alan García parece darle la razón, años más tarde al dicho de Pinochet. Véase el siguiente imperdible video donde según García Pérez Chile y Perú conforman un "buen matrimonio" /b>


¿Qué hacen mientras tanto nuestros gobernantes y nuestra burguesía?

Rematan el Perú con el aplauso de todos sus acólitos. Sobre esta negra época hay un infame capítulo de nuestra historia aún por compilar: los inmensos aguinaldos de compañías del estado peruano y patrimonio nacional a precio de remate
( interpósita coima para los gobernantes de turno) tradición inagurada por el delincuente japonés Alberto Kenya Fujimori y continuada con todo el vigor posible por el ciudadano norteamericano Pedro Pablo Kuscinsky (apoderado del Sr. Alejandro Toledo) y por el porcinesco Dr. García Pérez..
(Continuará)

viernes, 17 de julio de 2009

Fiestas Patrias, cuatro "chinos" pendencieros y nuestro pro chileno Ministro de Defensa.

Los aportes de la gente venida desde la milenaria China ha constituido una de las contribuciones más significativas para nuestra multicultural sociedad peruana. Como es sabido alrededor de 85,000 chinos llegaron en condiciones de semiesclavitud a las costas del Perú en el siglo XIX.

Estos heroicos trabajadores chinos venían huyendo de la miseria y la opresión.

Habían sido estafados de la manera más vil por empresarios “enganchadores de mano de obra” que, ante la escasez de braceros en las medievales plantaciones de algodón y caña de azúcar de la costa peruana y en las islas donde se extraía guano, no encontraron mejor salida que importar en condición de bestias de trabajo a miles de campesinos chinos a quienes se prometió condiciones de vida y de trabajo que jamás se cumplieron. Todo esto siempre con la complicidad y bendición respectivamente de los gobernantes peruanos y de la santa Iglesia Católica.

La escasez de mano de obra, como se sabe, se originó por la abolición de la ESCLAVITUD de los descendientes de africanos. Los terratenientes peruanos y los concesionarios de la explotación de las islas guaneras no estaba dispuestos a contratar, capitalistamente, a jornaleros asalariados, dado que se habían acostumbrado a los beneficios de la mano de obra esclava. Los chinos llegaron a trabajar en condiciones de semi-esclavitud, casi sin ningún derecho a nada.

(OBSERVESE LAS CADENAS EN LOS TOBILLOS DE ESTE TRABAJADOR CHINO)

En un largo y difícil proceso de adaptación, las sucesivas generaciones de descendientes de chinos quedaron plenamente integrados a nuestra desintegrada sociedad, formando parte de ese variopinto mosaico cultural que es el Perú. Los descendientes de chinos han dado invalorables aportes al país en los más diversos campos de la actividad humana así como descollantes personalidades.

Por otro lado es necesario precisar que rechazamos de plano cualquier expresión de chauvinismo y patrioterismo que es parte de una ideología burguesa y reaccionaria..

Precisado esto, tenemos la ingrata tarea de mencionar a unos conocidos integrantes de la colectividad china peruana, que han tenido una espectacular trayectoria en el campo empresarial: la familia Wong.

Es bastante conocido el progreso empresarial de esta familia: de la clásica “bodega del chino de la esquina” que estableció el padre, el extinto Erasmo Wong, la siguiente generación con mucho esfuerzo y derrochando gran talento para los negocios, pasó a tener una impresionante cadena de supermercados, digna de un país del primer mundo, constituyéndose en uno de los grupos económicos más importantes del país.

Hasta allí todo bien.

El problema surge conque los hermanos Wong, cabezas de la moderna “CORPORACION E.WONG” tuvieron como parte central de su estrategia de mercadotecnia el diferenciarse de sus competidores con el mensaje de LA PERUANIDAD, de SU PERUANIDAD por encima de todo.

Durante años ese fue su gran caballo de batalla.

Permanentemente apelaban en sus mensajes, de la manera más explícita, a este recurso.

Utilizaban los símbolos patrios y sus colores como parte intrínseca de la cultura de su organización.

Esto se manifestaba de manera especial durante el mes de Julio. Todo el decorado de las tiendas, los escaparates, los uniformes de los empleados y cajeras tenía como tema central LA PERUANIDAD de la Corporación E. Wong y, naturalmente, de la familia que estaba detrás.

En las competencias deportivas donde actuaba alguna representación peruana se las arreglaban para decorar los estadios, repartir globos, serpentinas, banderitas con los colores nacionales.

Todos los años, desde inicios de los 90´s, en los días centrales de las fiestas patrias organizaban “el Corso Patriótico de Wong” en las calles de Miraflores.

Poco a poco ( sin que casi nadie se percatase) empezaron a denominarlo “el tradicional corso patriótico de Wong ” en el cual comprometían además la activa participación de diversas entidades públicas y privadas.

Nadie más peruanazos pues que los hermanitos Wong.

¡Y vaya si les dio resultado la estrategia comunicacional!

Si la papa, el ají, el ceviche, la yuca y el pisco son nuestros “productos de bandera”, la marca “Wong” era una especie de “marca de bandera” y la empresa Wong era una especie de “empresa de bandera.” Así se habian posicionado en la mente del consumidor Así habían "fidelizado" al cliente.

La cuestión es que todo este cuentazo de la “peruanidad”, del “patriotismo”, de los “sagrados colores de la patria” les sirvió, entre otras cosas, a los hermanitos Wong para ENGORDAR AL MAXIMO AL CERDO.

A golpe de himnos nacionales, escarapelas y escudos, bosques de banderas, marineras, huaynos y Arriba Perú con P de Patria, el CERDO ENGORDABA, ENGORDABA Y NO DEJABA DE ENGORDAR.

Engordaron tanto al chancho que en varias ocasiones se rumoreaba de manera insistente que grandes corporaciones internacionales pretendían comprar la marca y la cadena de tiendas.

Cuando esto ocurría invariablemente aparecía alguno de los hermanitos Wong o algún vocero de ellos y rechazaba indignado "a nombre de la familia" tales propuestas indecentes, dando entender algo así como que “…así como el Perú no se vende, tampoco se vende Wong que es parte del patrimonio nacional….” (ESTE VIDEO ES DE ANTOLOGIA)

La verdad de la milanesa era que la banda de los cuatro hermanitos pendencieros aguardaban las “condiciones óptimas” para vender el bien cebado cerdito, esa parte del “patrimonio nacional” del que eran propietarios.

La ocasión óptima para nuestros patriotas y nacionalistas llegó a fines del 2,007. Evaluaron que nunca iba a existir una ocasión mejor para vender. El precio había llegado a su límite máximo.

La P de Patria se transformó en P de Plata, así la idea de un barbado filósofo alemán de que "..el burgués por Etica tiene sólo la ética de la bolsa" se materializó por enésima vez.

¿A quién le vendieron nuestros 4 tenderos patriotas nuestra "marca de bandera", la "empresa de bandera" , el “patrimonio de la nación” ?

¡! A una corporación chilena ¡!

!! A una corporación de un país que aparece como “enemigo” del Perú en el imaginario de la población!!

!! A una corporación de un país que invadió el territorio peruano en tres ocasiones y se anexó dos provincias peruanas y mantuvo durante medio siglo cautiva a otra!!

!!A una corporación de un país con el cual hay un litigio pendiente por límites marítimos !!

!! A una corporación de un país que desarrolla una frenética carrera armamentista cuyo objetivo primario es utilizarlo contra el Perú !!.

!! A una corporación cuyas utilidades tributan para beneficio de las fuerzas armadas chilenas!!

¡Ahhh…sino serán unos pendencieros de siete suelas estos hermanitos Wong!!

CENCOSUD se llama la corporación chilena que compró el 98 % de la Corporación E.Wong.

El 2 % quedó en manos de los hermanitos Wong, a uno de los cuales se les dio un empleo como "presidente ejecutivo" o algo por allí, que consiste en esencia “mantener buenas relaciones con las autoridades” y las “fuerzas vivas” del país.....! y vaya si lo hace!

Lo más aberrante y ridículo de todo este desaguisado es que el actual Ministro de Defensa, en consecuencia la autoridad última para los institutos militares del país, celebró por todo lo alto el gol chileno en el 2,007.

¡!Usó el Palacio de Gobierno, el mismo que fuera ocupado por el tristemente célebre criminal de guerra chileno Patricio Lynch, para anunciar al mundo y por todo lo alto “la magnífica operación de los hermanos Wong que significa la confianza de los inversionistas extranjeros en el Perú de Alan García”¡!

Eso fue en noviembre del 2,007.

La expectativa de algunos era si las tiendas de la corporación, propiedad de chilenos, iba a seguir con la monserga de "LA PERUANIDAD", del "PATRIOTISMO" y esas cosas que hicieron multimillonarios a los Wong.

En efecto y para mayor sarcasmo siguieron con esto.

El año 2,008 en Julio organizaron el "Tradicional Corso Patriotico de Wong" con la entusiasta ayuda de las autoridades municipales de la heroica ciudad de Miraflores, la que fuese incendiada y saqueada por el invasor chileno en enero de 1,881.

En estos días hemos visto por allí los preparativos y aprestos "patrioticos" de la corporación chilena en las calles céntricas de Miraflores. Hay una gran banderola con una frase que se le atribuye al mariscal Andres Avelino Cáceres. "Contra el Perú no existe razón" o algo así.

No tengo dudas que el actual Ministro de Defensa, si la empresa chilena le hubiese solicitado las bandas de músicos de los institutos armados para animar el circo de inmediato y de lo más solícito se hubiese allanado y tomado el teléfono para impartir la orden.

Felizmente no se realizará este 2,009 ese, por obvias razones ignominoso " tradicional corso patriótico de Wong."

Pero no se llevará a cabo por algún resto de dignidad o de autoestima de alguna de nuestras autoridades gubernamentales o ediles.

No se llevará a cabo este 2,009 gracias a la "gripe porcina".

!Felices Fiestas Patrias!.

jueves, 9 de julio de 2009

Morir en China

Una minoría nacional: los Uigures, de religión musulmana, en Urumki ciudad de unos dos millones de habitantes, se aprestaban a protestar de modo pacífico en un número aproximado a 3,000. ( ver foto al inicio de la manifestación) por el linchamiento de dos jóvenes de su etnia ocurrido al sur de China en el pasado mes de junio en medio de una pelea con miembros de la colectividad mayoritaria de China, la etnia Han.

La protesta pacífica fue violentamente reprimida por la policía generandose la respuesta de los manifestantes.

Lo que ocurrió fue una horrenda masacre: 156 Muertos y 900 heridos de gravedad, así como cientos de detenidos. Hay centenares de prisioneros y se ha implantado el toque de queda.

Esto sin lugar a ninguna duda es un G-E-N-O-C-I-D-I-O cometido por los jerarcas del DEGENERADO, REACCIONARIO y fascista Partido "Comunista" Chino.

martes, 7 de julio de 2009

Le revienta en pleno hocico el "faenón" de Collique.

El Tribunal de Garantías Constitucionales ha ordenado que todo lo relativo al caso de los inmensos terrenos del aereodromo de la Escuela de Avición Civil de Collique vuelva a FOJAS CERO y se anule todo lo actuado.

Como es notorio el principal interesado y artífice de esta pseudo transferencia al sector privado de este terreno fue Alan García Pérez.

Como podemos recordar en el siguiente video, un desbocado Alan García Pérez hacia lo que mejor sabe hacer: mentir para justificar la entrega de ese terreno a su confeso amigo "Pepe" Graña, cabeza del grupo económico Graña & Montero y a una corporación chilena llamada BESALCO./div>

Pues bien una resolución del Tribunal Constitucional ha traido por tierra los infinitos deseos de García (...porqué estaría tan interesado ahhh?) para que este patrimonio del país pase a manos de Graña.

Los antecedentes de este caso pueden conocerse en:

En el Perú el crimen sí paga: La Universidad Católica homenajea a un secuaz del delincuente Fujimori


Las instituciones en el Perú son un chiste.

Para ellas las fronteras entre el bien y el mal son siempre difusas, porosas, indefinidas en suma.

En Perú si uno es un personaje más o menos público y parte del "sistema" tiene carta blanca para cometer delitos flagrantes ó hacer gala de las conductas más vergonzosas a sabiendas que, salvo situaciones muy excepcionales, no será tocado ni con el pétalo de una rosa.

Y cuando me refiero a instituciones no aludo únicamente a las que conforman el Estado Peruano.

El cáncer de la impunidad carcome los cimiento de todas ó de casi todas las instituciones.

La Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) parecía ser una de esas pocas instituciones serias y sólidas en cuanto a defensa de valores y de principios éticos.

Lamentablemente esta apariencia no es del todo cierta si nos atenemos a lo que viene ocurriendo en esa casa de estudios por estos días.

La persona que aparece en la imagen está siendo en estos días homenajeada por su trayectoria académica e intelectual por la Universidad Católica del Perú.

Se trata de Fernando de Trazegnies.

¿Quién es este personaje?

Se trata de un intelectual y académico vinculado a la historia y filosofía del Derecho.

Como académico, como teórico y conocedor de la historia y la filosofía del Derecho parece haber sido brillante.

Sin embargo nuestro rutilante académico fue nada menos que Ministro de Relaciones Exteriores en las peores épocas de la siniestra dictadura del delincuente en cárcel, el nipón Alberto Kenya Fujimori.

Para defender al actual condenado a 25 años de presidio, Fernando de Trazegnies elaboró una pseudo teoría de lo más arrabalera acerca de los Derechos Humanos.

¿Dónde expuso esa "teoría" que servía para apuntalar al hediondo régimen de la troika que gobernaba el oprobioso Perú de entonces formada por los delincuentes Fujimori - Montesinos- Hermoza ?

La expuso en una conferencia en la Universidad del Pacífico el 19 de Diciembre de 1998.

¿Cuál era esa pseudo teoría?

- Los Derechos Humano son producto de Occidente. Del Occidente civilizado y liberal.

-Como en el mundo existen otras culturas no se les puede imponer (sic) esta visión particular.

-El Perú no es un pais del todo occidental.

-En consecuencia la comunidad internacional, no podían IMPONERLE al Estado Peruano ( léase a Fujimori) un producto "occidental , liberal y civilizado" como los Derechos Humanos.

Por cierto Fernando de Trazegnies, para mayores referencias "caballero de la orden de Malta", personaje cosmopolita, culto y parte de la "alta sociedad" limeña se considera occicidental, civilizado y liberal. Los Derechos Humanos, en su caso, sí le serian aplicables, pero no debe, según su retorcida interpretación del Derecho, beneficiar a los cholos.

Bueno....nuestro brillante académico será homenajeado por la Universidad Católica.



viernes, 3 de julio de 2009

TRES VECES CHALLE. - por Constantino Carvallo

PRIMERA

¿Qué nos lleva a idealizar a nuestros semejantes, a conferirles una existencia distinta, a proyectar en ellos las virtudes que compensan nuestras fragilidades?

Desde que era niño y hasta hace algunos años, los futbolistas eran como seres de otro mundo. De un mundo mejor, claro. Antes aún de tener uso de razón he asistido a los estadios y he sido ganado por algo que no puede ser descrito simplemente como una afición a un deporte.

Lo mío era una fascinación, una glorificación, a la que no puedo encontrarle origen en mi memoria. Se pierde en el magma anterior a la palabra. Sentado en la tribuna, pequeñito, podía contemplar esa dimensión magnífica del campo verde sobre el que exhibían los jugadores sus cuerpos transmutados por la mera prohibición de usar las manos.

Yo vivía en el mundo contingente y tedioso de la vida horaria, del colegio, del dolor y la soledad, de la insignificancia. Ellos, los futbolistas –que no por nada, como los Titanes, aparecían por un túnel que comunicaba con el subsuelo–, eran habitantes de un universo fantástico, encarnaciones de la vida esplendorosa, propietarios de una destreza y de una capacidad que superaban, por su belleza e imaginación, a todos los santos de las estampas y a todos los héroes de la patria de mis enciclopedias escolares.

Yo los amaba, los soñaba, intentaba imitarlos en los patios del colegio y poco a poco, impotente, fui haciéndome consciente de un deseo incontenible, de una obsesión por acercarme a ellos. Una idolatría, un vicio sagrado.


A los once o doce años adquirí permiso para tomar solo los colectivos hacia Lima. Podía ir al estadio llevado por esos inmensos automóviles y no dependía ya del Peugeot 304 de mi madre.

Y comencé a merodear por las inmediaciones del estadio para ver a los jugadores entrar o salir tras los partidos. Por razones, difíciles de explicar aquí ya era hincha del Alianza Lima. Pero cualquier jugador producía en mí ese sentimiento de extrañeza porque no éramos parte del mismo espacio, del mismo tiempo ni de la misma vida. Ellos eran estrellas; todos los demás, incluidos mi padre y mi madre, éramos seres opacos, sin luz propia, sin auténtico atractivo.

Buscaba el autógrafo, sus firmas en un pioner de hojas amarillas en las que pegaba luego las fotos que recortaba de las páginas deportivas de los diarios. Quería algo más que nunca conseguía, quería unas palabras, una conversación. Pero ellos pasaban apurados cargando sus chimpunes y en cuanto me firmaban, sin poner mi largo nombre, salían apurados, hacia el monte Olimpo o de regreso a ese mundo subterráneo del que ascendían cada tarde de domingo.

Luego extendí esta actividad a los hoteles en los que se alojaban los futbolistas del Botafogo, del Santos, del Peñarol, del Independiente, que venían a jugar contra los nuestros. Aguardaba largas horas en la puerta del Bolívar, del Crillón, pero sobre todo del ahora siniestro Hotel Savoy.

Tenía las firmas de todos los jugadores importantes de la época y también el recuerdo de sus palmaditas y sus frases de aliento, de las horas tediosas aguardando en las fruterías de la esquina. Y nunca un diálogo, un tiempo de intimidad con un auténtico jugador de ese idealizado fútbol que miraba el domingo entero sentado en las bancas del Estadio Nacional.

Mejoró todo cuando nombraron ministro al padre de un primo. Y le dieron carro y chofer. Dada su timidez no me costó mucho incorporarlo a la obsesión. Era hincha de la U, lo cual importaba poco porque si bien no simpatizaba con ese equipo no hacía distingos en el tipo de relación que establecía con los jugadores. Todos, hasta los del KDT Nacional o el Carlos Concha, eran habitantes del planeta fútbol y a todos les tenía conmovedora admiración.

De modo que no esperaba ya en la esquina sino dentro del poderoso Chevrolet, cortesía de Acción Popular. Íbamos a las concentraciones, a los campos en los que entrenaban, husmeábamos, esperábamos el momento de acercarnos a esos dioses. Era verano, no había colegio. El chofer, como yo, era hincha del Alianza y conocía a algunos jugadores, o fanfarroneaba no lo sé, pero estaba bien dispuesto para acompañarnos a esta cacería de dos o tres veces por semana en las horas en las que el tío ministro, un hombre trabajador y honesto, no salía de su despacho.

Así terminé un día en el estadio de Universitario de Deportes, en la calle Odriozola, en Breña. Era quizá enero de 1966 y el equipo entrenaba para un partido amistoso internacional. El documento del chofer abría todas las puertas y nos dejaban sentarnos en las bancas de madera a mirar el partido de práctica. Al acabar paseábamos por las instalaciones y en los escalones de una cancha de básquet encontramos a algunos jugadores.

A un lado cinco o seis de ellos.

Solo, a tres metros del grupo, un recién llegado que no tenía aún veinte años: Roberto Challe. Allí estaba aparentemente tímido, alejado, sin amigos. Era la oportunidad. Lo rodeamos y nos invitó a sentarnos. Tenía el pelo mojado por las duchas y sus brazos me parecieron demasiado largos para enfrentar el peso de futbolistas profesionales. Había destacado en el Centro Iqueño y para mí era ya un futbolista, un cuerpo venerado

Él habló, contó no recuerdo qué sobre su pasado pero fue amable y afectuoso con unos idiotas de trece años como nosotros.

Se sentía un crack, esto estaba claro. Y yo veía el aura de triunfo que lo rodeaba. Estaba embobado escuchándolo cuando del otro grupo se escucharon risas, esa actitud de mofa que conocía bien del colegio. Se estaban burlando de él y de nosotros.

Entonces le pregunté: “¿Por qué no estás con ellos?”.

Y él, levantando la voz, dijo: “Porque no me junto con negros feos”.

Escucho la frase, el tono de su voz y siento temor aún hoy mismo. Se paró y miró a Alejandro “Pelé” Guzmán, un moreno fortísimo, mayor, centro delantero de la U y goleador desde hacía mucho años, quien era el promotor de la chanza.

Hubo unos segundos de tensión hasta que Ángel Uribe y Víctor Calatayud se llevaron a Guzmán para evitar golpes.

El casi niño Roberto Challe se sentó y nos dijo: “Nunca hagan caso a los matones”.

Y se quedó hablando dos horas más de todo lo que queríamos conocer, preguntas tontas que no recuerdo ahora. Solo conservo el instante de silencio que antecede a la violencia, ese miedo que conocía bien, y mi corazón latiendo intensamente junto al joven héroe.

Yo regresé ese día a mi casa en una nube. Había conocido a un futbolista, a ese Roberto Challe que era una promesa conocida y a quien la U había contratado con la seguridad de que sería un jugador importante. Y lo fue, extraordinario, no cabe duda.

SEGUNDA

Muchas veces vi a Roberto Challe jugar en los siguientes dos años. Se convirtió en un gran jugador, un mito popular, y yo en un alumno mediocre y en un adolescente lleno de inseguridades. No destacaba en nada. Me había vuelto tímido y poco sociable de tanto pensar exclusivamente en el fútbol o quizá no fuese esa la causa, como me lo decían, sino el refugio para una incapacidad ya existente. El fútbol era mi único entusiasmo. No tenía otro interés y ya estaba casi por abandonar el colegio. Challe era el ídolo de todos. Por su talento y por su conducta. Porque jugaba de igual a igual con todo el mundo El año 68 era ya un crack que de haber vivido en estos tiempos habría sido transferido al Barcelona por treinta millones de dólares. Era símbolo del ímpetu y de la valentía juvenil, un futbolista sin complejos que había impulsado a su equipo esas noches en las que derrotaba en Buenos Aires, en casi cuarenta y ocho horas, al River Plate y al Racing que, poco después, sería campeón del mundo. Una hazaña.

Tenía, de esa mañana del 66, su firma con una dedicatoria cariñosa: “Para Constantino –por fin mi nombre– con afecto, Roberto Challe”. No la enseñaba porque no enseñaba ya nada. Casi no hablaba, iba de mi mundo interno al estadio y regresaba. Y aunque todos comentaban los goles de Challe, sus jugadas, yo no decía que lo conocía porque no me creerían y porque cualquiera podía haber escrito esa dedicatoria en mi infantil pioner de hojas amarillas.

Mi único testigo, mi primo, estudiaba en otro colegio. Ese año, quizá el 68, se organizó en Lima un campeonato interescolar sudamericano. Y hubo un torneo nacional para definir al colegio que llevaría la camiseta peruana. Mi colegio, sin mí, claro, jugó y perdió. Y el Guadalupe obtuvo el honor de vestirse con los colores del país.

Mi tío seguía siendo ministro de modo que conseguí diez invitaciones para la tribuna preferencial. Participaban casi todos los países de América del Sur y tras el primer partido que ganó Perú todos querían ir. “Yo tengo entradas”, dije. Y los futbolistas de mi clase me convirtieron momentáneamente en su amigo. Y les di las entradas y quedamos en partir juntos, con mi primo, en el carro del ministro, bien apretados. Como las entradas eran para la zona protegida debíamos coger el ascensor. Presioné el botón, la luz se puso en rojo y de pronto la puerta metálica se abrió.

Y allí estaba, dos años después, solo en el ascensor y vestido como un muchachito, unos jeans, una chompa blanca, el ya consagrado Roberto Challe. Un crack, un ídolo.

Hubo un silencio respetuoso. Nadie se animó a entrar como si de él emanara una energía que nos alejaba del pequeño recinto del ascensor. Nos miró con indiferencia, se inclinó para apretar el botón y seguir, cuando me vio. No lo creerán y él no lo recordará. Pero sonriéndome me dijo: “Caramba, ¿C-o-n-s-t-a-n-t-i-n-o no? (así, deletreando perfectamente mi nombre).

¿Qué ha sido de tu vida?”. Eso fue todo. Palabra de ángel. “Hola”, respondí y entramos.

No recuerdo nada más, ni lo que hablamos en el ascensor ni el partido mismo, solo su palmadita amistosa al despedirse y el bienvenido hielo con el que trató a mis petulantes compañeros.

No tiene idea, a sus sesenta y tantos años, cuánto le agradecí esa noche mientras intentaba, en el dormitorio de la casa familiar en San Isidro, cerrar los ojos y abandonar esa ensoñación que no me soltaba. Había sido mi noche de gloria.

Todo el resto del año estuve recibiendo las preguntas sobre mi amistad con esa estrella del deporte rey. Y, ahora ya no tímido sino soberbio, nunca respondía. No daba datos, minimizaba la amistad, dejaba sospechas de cosas mayores entre él y yo.

Fue extraordinario. Me elegían para los partidos del recreo, me ubiqué siempre cerca del arco, recibía los pases del crack y empujaba nomás la jugada que ellos fabricaban. Eran los goles del amigo de Challe. Me invitaban a las fiestas y las chicas eran más gentiles y cariñosas. Gracias Roberto, donde quiera que estés, te debo ese valor que repentinamente adquirí antes de terminar el colegio

CONSTANTINO CARVALLO.