La percepción que tienen los militantes y simpatizantes del Partido Nacionalista Peruano de su máximo líder, el comandante (r) Ollanta Humala Tasso pareciera no comulgar con la siempre verde realidad de la vida.
La valoración de algunos sectores de la izquierda sobre este personaje y su doctrina también parece poco objetiva.
Revisemos algunos hechos:
Hasta el levantamiento de la guarnición militar de Locumba, que sin duda contribuyó a la caida de la dictadura de Kenya Fujimori, los hermanos Humala eran unos ilustres desconocidos, cosa perfectamente entendible dado que eran cuadros profesionales del Ejército del Perú, institución que, en las usuales ficciones de la ideología dominante "es y debe ser totalmente ajena a la política (al Poder)"
El hecho de pertenecer a instituciones profundamente reaccionarias como la Iglesia o las FF.AA que constituyen las columnas del sistema de dominación, no hace, necesariamente, a una persona reaccionaria, profascista o cosa por el estilo. En casi toda regla hay excepciones, pocas, pero son.
A lo largo de la historia republicana de nuestro país hay hombres de uniforme que tuvieron actitudes y conductas dignas, democráticas y revolucionarias en medio de tenebrosas dictaduras militares.
Fueron pocos, pero fueron.
Por esto, los sectores populares que repudiaban y luchaban por traerse abajo el régimen tecnocrático - militar del delincuente japonés Kenya Fujimori, vieron con simpatía la gesta de los hermanos Humala.
Caída la dictadura, fugados como ratas el ladrón y genocida Fujimori y sus cómplices, instaurado el gobierno provisional de don Valentín Paniagua, los hermanos Humala fueron amnistiados y cada uno emprendió, limitados por sus circunstancias, caminos diferentes.
Ollanta Humala quien era oficial en actividad del Ejército Peruanos tuvo que aceptar el destino que le asignó la Comandancia General del Ejército: puestos en la Agregaduría Militar en París y posteriormente en Corea. Además, como está prescrito en las normas militares, Ollanta estaba formalmente "prohibido de hacer política."
Antauro Humala siendo un militar en retiro, un civil para casi todos los efectos, no estaba sujeto a prohibición alguna.
Es así que Antauro Humala empieza a desarrollar una intensa actividad de proselitismo político. Empezó por organizar a algunas decenas de licenciados del Ejército del Perú de los que había sido jefe durante su paso por el ejército. Forma con ellos el núcleo inicial de una organización política : jóvenes de extracción 100 % popular; una organización política que escapaba a cualquier esquema preestablecido: vivían en las calles acampando en plazas y parques. Vestían y se alimentaban austeramente, financiándose con las ganancias que les dejaba la venta de un periódico semanal ( "OLLANTA") que se vendía profusamente y las contribuciones materiales que les entregaban espontáneamente la gente del pueblo en los mercados y paraditas populares.
Esa suerte de adhesión espontánea a los planteamientos defendidos en "OLLANTA" y en las labores de propaganda y agitación mediante la distribución de volantes y discursos en calles, plazas, mercadillos, omnibuses y micros en los barrios populares de las ciudades y pueblos del Perú, tiene una clarísima explicación.
Antauro Humala expresaba un mensaje de abierto enfrentamiento al purulento y hediondo sistema de dominación neoliberal y a sus operadores políticos. No quedaba títere con cabeza. Su mensaje era incendiario: prometía enviar al paredón a medio mundo. El no ocultaba, enmascaraba, maquillaba sus intenciones y todo eso le iba generando un gran predicamento popular en los sectores más empobrecidos del pueblo. !! que diferencia con tantos incendiarios del ayer que hacen todo lo que está a su alcance para presentarse como "centristas" defensores de una "economia social de mercado"....enfin, ese es otro tema.
Ahora bien, hay que matizar las cosas: Antauro Humala manejaba también unas concepciones políticas demenciales: postulaba el llamado "Etno Cacerismo" una mezcolanza indigerible de chauvinismo, racismo, resentimientos ancestrales y fobias varias con teorías atribuidas al gran héroe nacional Andrés Avelino Cáceres (1,836- 1,923).
Lo real es que Antauro era percibido por la gente del pueblo como un rebelde, un subversivo y contestario que se enfrentaba a pecho abierto y sin casco a toda la maquinaria de dominación y sus aparatos de propaganda que pretenden convencer a la gente que la triste miseria que es su vida es lo mejor que les ha podido pasar gracias a "nuestra competitividad en la globalización", a "nuestra inserción en los mercados internacionales" , a nuestro "grado de inversión obtenido gracias a la confianza que la marca Perú genera en los inversionistas" y todo ese vomitivo discurso reaccionario a lo cerdogarciamercedesaraoz que tantos capituladores, reformistas, arribistas y cacasenos (del protipo FS) se han comprado a lo largo de los últimos 21 años.
Así fue creciendo en la emoción y el fervor popular, lejos de las cámaras y de los periódicos, subterráneamente el nombre "HUMALA" o más precisamente "OLLANTA" como encarnación de "izquierda" y "revolución".
Antauro se rompía el lomo trabajando a lo largo y ancho del Perú, para el futuro, que él personificaba en su hermano, mientras que este permanecía diciplinadamente sujeto a su profesión de militar a miles de kilómetros del Perú.
Y todo esto siguió hasta la aventura de Andahuaylas ( tomar por las armas esa ciudad y exigir la renuncia del Presidente Alejandro Toledo). El putch terminó como terminan las aventuras: un fiasco. Como se sabe y Antauro y sus reservistas terminan condenados a largos años de prisión.
Todo el trabajo de masas, de persuasión realizado por Antauro fue capitalizado electoralmente un año después por su hermano Ollanta Humala que entretanto había solicitado su pase al retiro del Ejército Peruano.
Veremos, despúes, qué hizo con el.
(continuará).
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