viernes, 17 de abril de 2009

El narcotráfico: la hipocresía de la burguesía peruana ( parte I):

El pasado Jueves Santo al ocurrir el cruel y salvaje asesinato de un grupo de jovenes soldados y un oficial del Ejército Peruano por obra y gracia de una facción desprendida de Sendero Luminoso que combina sabe Dios bajo qué demencial concepción reaccionaria su programa de lucha política con la función de sicarios del narcotráfico, los representantes más notorios del gobierno peruano, los partidos de derecha y en general las llamadas "fuerzas vivas" de la sociedad peruana pusieron el grito en el cielo y se rasgaron las vestiduras.

Haciendo eco a esta histeria colectiva los medios periodísticos y televisivos pusieron lo suyo.

Todas las baterias y misiles de políticos y periodistas apuntaron entonces contra "el terrorismo", contra "el narco-terrorismo", contra "el resurgimiento del terrorismo de Sendero Luminoso aliado con el narcotráfico".

Frente a estas manifestaciones histericas, rasgadas de vestiduras y gritos al cielo, cualquier turista que por estos días visitase el Perú y viese su televisión y leyese sus diarios y revistas quedaría persuadido que la lucha frontal y sin cuartel al narcotráfico es un principio rector de la conducta de la burguesía peruana, de sus representaciones políticas y de sus sucesivos gobiernos.

Como es público la terrible muerte de nuestros jóvenes compatriotas, como siempre todos ellos de origen campesino y popular, ha tenido como causa directa el tráfico de drogas apoyado militarmente, en esta ocasión, por una banda de forajidos y lunáticos que actuan supuestamente por cuenta del proletariado peruano (.....más adelante habrá oportunidad de referir otros apoyos en el terreno militar de algunas "instituciones tutelares de la patria" al tráfico de drogas, hecho que en su momento ni de lejos provocó la histeria y escándalo que hoy provoca en los politicastros y periodistas burgueses la alianza de las excrecencias de Sendero Luminoso con los narcotraficantes.)

¿Pero, es cierto que nuestra burguesía, sus gobernantes y representantes políticos son totalmente ajenos a la implantación, expansión y desarrollo de la lacra del narcotráfico en nuestro país?.

¿Resulta verosímil que quienes han conducido y conducen, en representación de las clases dominantes, el Estado y el Gobierno en el Perú, esto es la clase política que hoy se rasga las vestiduras, ha sido siempre enemiga frontal de estas mafias y al influjo de los miles de millones de dólares que se mueven en este "negocio"?.

¿Podría afirmarse con absoluta seguridad, por ejemplo, que el APRA o sea el partido de gobierno, o sea el partido de Alan García Pérez es "históricamente" (como le gusta decir al gordiflón) ajeno por completo a las actividades del narcotrafico y a las inmensas fortunas que moviliza?

¿Podría formularse siquiera como simple hipótesis de trabajo que desde la aparición del narcotráfico como fenómeno social de envergadura los sucesivos gobiernos y gobernantes peruanos, militares o civiles, dictadores ó "demócratas" han sido abnegados, impolutos e inmaculados combatientes de la guerra contra el tráfico de drogas y la corrupción que le es cosustancial?

Visto el ardor, celo y excitación que les produce la imagen de bandas de narcos "chalequeadas" por remanentes de Sendero Luminoso uno podría verse tentado a pensar que efectivamente estos señores que hoy se rasgan las vestiduras siempre han vivido en olor a santidad en relación al negocio del tráfico de estupefacientes y a las fastuosas fortunas que de esta actividad fluyen.

El Perú desde la caida en agosto de 1,975 de la dictadura reformista burguesa del general Juan Velasco Alvarado ha sido y es gobernado por diferentes expresiones políticas de la burguesía criolla:

-Dictadura militar del general Francisco Morales Bermúdez (1975- julio 1980)
-Gobierno de Fernando Belaúnde Terry (1,980- 1,985)
-Gobierno de Alan García Pérez (1,985-1,990)
-Dictadura cívico- militar de Kenya Fujimori(1990-2000)
-Gobierno de Alejandro Toledo(2,001- 2006)
-Gobierno de Alan García Pérez (2,006 - a la fecha)

Todos estos gobiernos con sus matices y peculiaridades han sido gobiernos derechistas, reaccionarios, antipopulares, conservadores, antinacionales, antidemocráticos y proimperialistas, en suma defensores del establecimiento y del sistema. Sobre esto no hay discusión posible.

Ahora corresponde hacer un ejercicio de memoria y revisar algunos datos incontrovertibles que nos regala la verde realidad de la Vida y comprobar si se justifican los ataques de histeria protagonizados por los más conspícuos defensores del sistema social vigente o se trata de pura hipocresía y cinismo.

Empezemos por el funesto gobierno del general Francisco Morales Bermúdez.

Carlos Langberg Meléndez fue un ciudadano nacido en el puerto del Callao en 1,931.

Cuando tenía poco más de 30 años, a inicios de 1,962, vivía muy modestamente en un callejón del jirón Salom 436 - Letra E.


De pronto, como suele ocurrir en estos casos, parece que la Virgen se le apareció al buen Langberg: a fines de aquel año abrió una cuenta corriente en el Banco de Crédito para una novísima empresa que acababa de fundar y que poseía un inexplicable capital de S./ 7,000,000 de la época ( el dólar valía S./ 13.95) y que contaba entre sus activos con cinco (5) lanchas pesqueras. Ojo que en aquellos años ni siquiera existía el concepto de "lavado de dinero" o "lavado de activos" lo que explicaría la frescura de don Carlos que no tenía la obligación de dar respuesta a la pregunta que hasta el más despistado se haría:

¿"De dónde mamma mía"?.

Algunos años después de esta primera huella, su rastro se perdió del Perú: se supo luego que se había establecido en México donde se asoció con un sujeto de amplísimo prontuario apellidado Medina Figueres.

Hablar de la carrera delictiva de nuestro personaje en la tierra del inigualable Javier Solís sería un ejercicio por demás ocioso.

Sin embargo en su rocambolesca vida hay algunas excentricidades de lo más llamativas que es útil describir.

Segun la policía antidrogas norteamericana (DEA) Langberg tenía una rara costumbre:

los fines de año solía comprar un costosísimo yate de lujo en la costa de los EEUU que da al Oceano Atlántico, navegar hacia el sur, cruzar el Canal de Panamá, y hacer una breve pascanita siempre en Perú o Colombia y luego, pasando previamente por Acapulco, regresar a California donde vendía la embarcación, a inicios del año siguiente.

Así por ejemplo en diciembre de 1,976 compró el yate "Christine Nicole" navegó hasta el Perú, de allí pasó por Acapulco y continuó hasta Newport Beach en California donde vendió la embarcación en el mes de enero de 1,977.

A fines del 78 e inicios del 79 hizo la misma jugada. En esta ocasión el flamante Yate tenía por nombre "Little Bill" y fue paseado por Acapulco - Panamá- Colombia y de nuevo California donde lo terminó por vender.

Otro de estos yates adquiridos para hacer uno de esos singulares paseos , el "Daydreamer" tuvo una relación más que directa con nuestro tema.

Adquirido en Fort Lauderdale zarpó de allí un 12 de noviembre del 79, cruzó el Canal de Panamá el 4 de diciembre y se dirigió hacia el Perú donde estuvo merodeando, y oh sorpresa coincidió con un frustrado "pase" de 476 kilogramos de Pasta Básica de Cocaina (...el mayor cargamento de droga encontrado hasta esos días en la historia de nuestro país)

Aquí recién empieza nuestra historia con los políticos y gobernates peruanos pro-sistema.

Estamos en nuestro relato en las postremerías de la infausta dictadura del general Francisco Morales Bermúdez que algunos lo tienen por una especie de prócer de la nación, el mismo dictador que entre otras hazañas mediante uno de esos "decretos supremos del gobierno de las fuerzas armadas" autorizó durante 90 días a que cualquier empresa despidiese a los dirigentes del sindicato que considerase incómodos, el mismo general que fue cómplice con la dictadura fascista de Videla en Argentina para que secuestrasen en las calles de Lima a la señora Esther Giannotti de Molfino y a cinco refugiados políticos del grupo Montoneros para torturalos y desaparecerlos. El cadáver de la señora Giannotti aparecería semanas después en Madrid. ( nota: hay un Juez italiano que por este caso ha solicitado la extradicción de nuestro "prócer de la democracia")
Pues bien en aquella época ( fines del 79 inicios del 80) el dictador Francisco Morales Bermúdez tenía como Ministro del Interior al general Fernando Velit Sabattini.

La policía peruana antidrogas con la colaboración de su correspondiente norteamericana ( la DEA) había estado realizando un paciente seguimiento a una banda internacional de narcotraficantes cuya cabeza era nuestro personaje Carlos Langberg Meléndez. Se trataba de una banda de alto vuelo que operaba en Perú, Colombia, México y los EEUU.

A fines de 1,979, exactamente el 26 de diciembre, mientras el flamante yate comprado porLangberg, o sea el "Daydreamer" merodeaba las costas del Pacífico sur, un camión partía de la selvática ciudad de Pucallpa hacia Lima.
El camión en su lenta y nerviosa marcha se detuvo y cargó 476 kilogramos de pasta de cocaina en las inmediaciones del denominado Boquerón del Padre Abad (Huánuco). Con su siniestro cargamento prosiguió su marcha, estando ya en el nuevo año exactamente el 03 de Enero de 1,980, fue intervenido en las afueras de Lima, en Chosica, con el cargamento de droga que portaba por un grupo de policias antidrogas de la PIP al mando del entonces mayor-PIP Víctor Rodríguez.

Inmediatamente los policías al mando del mayor Rodríguez coordinaron telefónicamente con sus colegas en Lima para que allanasen y capturasen a quienes estuvieran en unas casas que habían sido previamente, como parte de la investigación, objeto de vigilancia.

Fueron detenidas además de la gente del camión otras personas en todas las casas sometidas a vigilancia, MENOS UNA.

En esa casa se encontraba nada menos que Carlos Langber Meléndez pero los policias que estaban al tanto del operativo se resistian a allanarla.

¿Cuál era la razón del no allanamiento si allí estaba el pez gordo?

Muy simple, en esa casa , horas antes de la "caida del camión" los policías a cargo de la vigilancia había visto totalmente perplejos entrar y salir al Ministro del Interior del gobierno del gral Francisco Morales Bermúdez, el también general Fernando Velit Sabbatini.

Unos simples policías no podían haber procedido al allanamiento...funcionaba aquí el instinto de conservación.

En otro lugar de Lima unos días después la policia detuvo a Carlos Langberg Meléndez.

Apenas detenido empezaron las presiones de las más altas esferas del gobierno peruano a la policía para poner en libertad al narcotraficante.

Capturado Langberg estuvo apenas 48 horas detenido.

Posteriormente la revista CARETAS descubriría que el Ministro del Interior, o sea el general Fernando Velit Sabattini ( por lo demás implacable represor de los militantes de izquierda y dirigentes populares) era íntimo amigo del narcotraficante Carlos Langberg Meléndez y que este le hacía unos regalos impresionantes: por ejemplo le costeó una faraónica piscina en una también inexplicable propiedad inmobiliaria que nuestro general - ministro del interior poseía por Santa Rosa de Quives.

Pero esto del gobierno del general Morales Bermúdez es sólo el comienzo y un ripio nomás en la negra historia de la relación entre políticos burgueses y narcotráfico.

Todo esto se conoció en su momento a través de la revistas Caretas y Marka.

Ni Carlos Langberg ni miembro alguno del gobierno fue procesado por este escandaloso suceso.

El responsable como suele suceder en el Perú en casos como este fueron el chofer del camión y los estibadores.

Carlos Langberg Meléndez el más grande narcotraficante peruano siguió suelto en plaza y con mayores brios dada su proximidad con el Poder.

Pronto reaparecería por todo lo alto en la escena política peruana , pero eso será tema de otro escrito.

Por lo demás:
¿Francisco Morales Bermúdez se enriqueció con dinero proveniente del narcotráfico?

La respuesta es negativa.

Continuando una tradición que venía desde principios de siglo con los presidentes y dictadores peruanos, cuando Morales Bermúdez se fue del poder no lo hizo con más riquezas de las que poseía cuando llegó a el.

Esta tradición que fue continuada por Fernando Belaúnde Terry en su segundo gobierno fue rota "históricamente" por el delincuente Alan García Pérez.

En todo caso Morales Bermúdez fue cómplice por omisión, por "dejar hacer, dejar pasar."

Aunque tal vez diga como su homólogo el actual presidiario Kenya Fujimori : " yo era el presidente pero no sabía nada...."

No hay comentarios: