"TODOS LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE"

Por: Carlos Tovar - "Carlín"

Primer acto: el presidente concurre a todas las inauguraciones de obras del Callao, siempre al lado de su presidente regional, el mismo que está acusado por un negociado gigantesco con motivo de la inconclusa Vía Expresa.

Segundo acto: un personaje que fue íntimo amigo del presidente, y ministro de su primer gobierno, protagoniza el mayor escándalo de corrupción en lo que va de este régimen, y se conoce que el susodicho personaje tenía acceso a las más altas esferas gubernamentales.

Tercer acto: se revela que el presidente recibía en Palacio a Fortunato Canaán.

Cuarto acto: un alcalde distrital adquiere una estrecha cercanía con el presidente, luego es nombrado ministro de Vivienda y responsable del FORSUR, para finalmente ser denunciado por oscuras maniobras contables en conexión con la empresa “chuponeadora” Business Track.

Quinto acto: el ex presidente de Petroperú aparece involucrado en tráfico de influencias en relación con Discover Petroleum, la empresa del famoso Petrogate.

Sexto acto: se afirma que el presidente fue cliente de los espías que él mismo calificó públicamente como “malditos chuponeadores”.

Séptimo acto: el mismo ex alcalde, ex ministro y ex jefe del FORSUR es apresado en Miami con 50 mil sospechosos dólares en billetes escondidos en los bolsillos.


¿Cómo se llama la obra?

"Todos los hombres del Presidente"

Parecería que García estuviera dotado de un misterioso imán para atraer personajes corruptos hacia su entorno más cercano. Pero no es ningún esotérico magneto el causante, sino la propia conducta del mandatario, que gusta de entrevistarse con numerosos empresarios (¡cientos, según propia confesión!) en Palacio, para hacer nadie sabe qué tratos a puerta cerrada; que gusta también de rodearse de un pequeño círculo de contertulios palaciegos, todos de extrema derecha, a quienes lleva como invitados en sus viajes al exterior; que gusta de hablar en los eventos empresariales mirando repetidamente a los más poderosos y ofreciéndoles vetar al candidato que no sea de su agrado; y que, luego de tanto tiempo, nunca ha explicado de qué vivieron él y su familia en París varios años, y cómo pudo adquirir allá una costosa vivienda.
Porque, como dice el prestigioso jurisconsulto Mauricio Mulder, cuando alguien no puede explicar de dónde provienen sus cuantiosos ingresos, se debe suponer que manan de fuentes ilícitas.
Y fue ese modus operandi del señor García —de costumbres cabilderas y de actuar prepotente con los débiles y obsequioso con los adinerados—
el que condujo a los trágicos sucesos de la Curva del Diablo. Porque sigo pensando que la masacre fue provocada. Se torpedeó la anulación de los decretos en el Congreso, con una tempranera maniobra del jurisconsulto Mulder, cuando ya García había ordenado, a gritos, a Cabanillas que usara la fuerza para desalojar a los indígenas… ¡que estaban en vísperas de retirarse!

Y se hizo en el afán de cumplir con lo postulado en “El perro del hortelano”:despejar las tierras de la Amazonía para que entre la maquinaria empresarial a extraer combustible y a sembrar extensos monocultivos para el Etanol.

Y para concluir este recuento del año nono del nuevo milenio, menciono las dos únicas cosas rescatables: la condena de Fujimori (que no es mérito del gobierno, sino del Poder Judicial), y lo único que va en el haber del régimen: la presentación del digno reclamo peruano ante la Corte Internacional de La Haya.