"En el corazón de los hombres debe despertarse la autoestima
del ser humano y su libertad. Únicamente este sentimiento, que
desapareció del mundo con los griegos y que con el
cristianismo se desvaneció en la bruma celeste de los cielos,
puede transformar, una vez más, la sociedad en una
comunidad de seres humanos que trabajen por el logro de los
propósitos más elevados, un estado democrático."
No hay comentarios:
Publicar un comentario