Paul Mac Auley, Hermano de la Salle, es una persona que ha hecho cosas valiosas para nuestro país al que quiere como el suyo propio.
Arribó hace décadas desde su natal Inglaterra hasta un arenal en "El Zapallal" ubicado en el kilómetro 37,8 de la carretera Panamericana Norte, fundando la "Casa de los Hermanos" y el Colegio Fé y Alegria 43, centros desde donde irradió Educación y alrededor de los cuales se fueron consolidando sendos Asentamientos Humanos como "La Paz" y "Luis Felipe de las Casas."
Con la ayuda de instituciones amigas a las cuales comprometió su concurso, impulsó y desarrolló proyectos de alto contenido social como la crianza de animales menores y huertos hidropónicos.
También se encargó de la formación de niños y jóvenes en las aulas del colegio La Salle, donde se desempeñó como maestro como parte de sus labores en la Congregación Religiosa a la que pertenece.
A partir del 2000 se estableció en la ciudad de Iquitos para proseguir su labor pastoral en el Vicariato.
Al ser testigo del surgimiento de casos que comprometían el medio ambiente de la región amazónica formó junto a otras personas la Red Ambiental Loretana.
Desde entonces ha acompañado a la población en manifestaciones contra la contaminación ambiental ocasionada por empresas petroleras, o contra la deforestación de los bosques, como la que ocurrió en la cuenca de Mazan en el año 2004.
En aquella oportunidad el ofrecimiento de la concesión de dos millones de hectáreas originó la demanda judicial de un poblador al considerar que tal entrega le impedía el ingreso al bosque.
El religioso británico apoyó esta demanda que llegó hasta el Tribunal Constitucional, donde confirmaron la ilegalidad de la concesión.
Esto causó una profunda frustración y animadversión entre los que iban a resultar beneficiados de esa perversa concesión: corporaciones trasnacionales.
Es sabido que en el Perú chocar con beneficios, utilidades y bolsillos de las Corporaciones es algo que los perros guardianes y felipillos de la burguesía, con residencia en la Plaza Mayor y la de la Inquisición, no perdonan....en nuestro país resulta un grave delito atentar contra las utilidades de las corporaciones pues esto implica que uno velada o abiertamente sea considerado "terrorista", "agente de oscuras fuerzas extranjeras", "enemigo de la Democracia", "antiperuano" y toda sarta de estupideces de calibre mayor que ronda por las retorcidas mentes de gentes que utilizan el poder para, a cambio de "otorgar facilidades al inversionista extranjero" recibir, bajo la mesa, suculentas tajadas.
Sigamos con el Hermano Paul Mac Auleyt
En la cuenca del Corrientes impulsó el reclamo de los nativos repecto a la indemnización que la empresa Pluspetrol debía ejecutar por contaminar sus aguas, el mismo que se concretó en el Acta de Dorissa.
Igual actitud tuvo en Andoas, en el año 2008, a raíz del violento ingreso de un contingente policial.
Todas esta actividad al lado de la gente del pueblo han hecho que el Hermano Paul Mac Auley sea considerado, por el fascistoide gobierno de Alan García, una suerte de "indeseable", "enemigo del Perú" y por eso ha ordenado su expulsión
Cuando hablamos de fascistoide no es sólo un decir: vease sinó como trata a través de millonarias campañas de propaganda y desinformación a los opositores a su corrupto régimen.
Donde utiliza a un criminal, a un gánster y lo eleva a la calidad de "líder de opinión":
O para limpiarse de su responsabilidad en los sucesos de Bagua:
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