Es febrero del año 2,000, la señorita Keiko Fujimori Higushi cuenta entonces con 25 años de vida.
Tiene 25 años y a los 25 años, uno ya es responsable de sus actos, decisiones y sobre todo, de sus valoraciones.
Es el 15 de febrero del año 2,000 y están enterrando al padre de Susana Higushi,
abuelo paterno de Keiko Fujimori.
Para el año 2,000 había corrido mucha agua bajos los puentes de la familia Fujimori Higushi.
Había ocurrido, en 1,992 la denuncia de Susana Higushi del robo de las donaciones que ciudadanos japoneses de buena voluntad hacían para la gente pobre en el Perú, donaciones que, como es ampliamente conocido, fueron hurtadas por las hermanas y cuñados de Kenya Fujimori, por lo que se encuentran prófugos de la Justicia Peruana.
También había ocurrido el secuestro de Susana Higushi en el propio Palacio de Gobierno y las torturas a la que fue sometida por orden de Alberto Fujimori.
En la foto del cortejo fúnebre vemos en primer plano el rostro lleno de pesar de Susana Higushi, del brazo de su madre viuda y, al lado, un familiar.
La prensa informó que Alberto Fujimori no le dirigió ni la palabra ni la mirada a su ex esposa y madre de sus hijos Susana Higuchi.
¿Y qué con Keiko Fujimori?
¿Estuvo cerca de su madre?
¿La acompañó en su dolor?
¿La consoló?
¿Le dio fuerza de ánimo?
Nada de eso. la señorita Keiko Fujimori, con 25 años a cuestas, prefirió mantenerse lejana, distante de la madre, física y emocionalmente. No le habló, no le dirigió la palabra.
Pareciera que fue al cementerio “por cumplir” con un “acto protocolar” como "Primera Dama de la Nación"
En todo caso, en su descargo, habría que añadir que en esa ocasión estuvo mejor que en la ocasión que cuando su madre Susana yacía malamente en el suelo, sobre la vereda del Parque Universitario, acatando una huelga de hambre, no fue a verla, a atenderle, a asistirla, a preocuparse por ella, estando a menos de 10 cuadras de distancia.
Mayor información sobre este engendro, click aquí
1 comentario:
comunista resentido, serrano inmundo tenias que ser
Publicar un comentario