martes, 21 de julio de 2009

Chile y la Burguesía Peruana ( I )

Por el más elemental sentido común y de previsión, las relaciones económicas del Perú con Chile debieron haberse manejado en los últimas dos décadas con un enfoque que tuviese en cuenta los antecedentes históricos y las proyecciones geopolíticas de nuestro vecino del sur.

Cuando escribimos “debieron" es porque nuestra clase dominante y sus gobiernos de turno a partir de 1,990 han avanzado demasiado en estas relaciones, prescindiendo por completo de la manera más irresponsable, de toda consideración a las enseñanzas de la Historia y de los factores geopolíticos.

La burguesía peruana, nuestra élite económica y política es una casta absolutamente mediocre y antinacional, parasitaria y ciega, corrupta e incapaz, caduca y anacrónica a más no poder.

Peor aún carece de todo vínculo emocional con el país al que más que dirigir, domina; y sus gobernantes y los excretas sociales que la representan en la esfera política y que ocupan la escena oficial desde 1,990, son el fiel reflejo de todas sus taras y carencias.
Es esta misma burguesía la que ha construido un país a su imagen y semejanza.
En los hechos es más una lumpen burguesía que una burguesía propiamente dicha.

Las razones por las cuales esta caduca y anacrónica casta social, que estando al mando de un país riquísimo en posibilidades y recursos, ha construido la caricatura de nación, el mamarracho de país que los peruanos sufrimos día a día, se remontan a la época colonial.
Es la herencia colonial.
Pero este ya es otro asunto.


En la historia republicana de casi 200 años de la América del Sur, a diferencia del Perú, Chile sí ha contado con una clase dirigente digna de ese nombre.


Seguramente también hay razones muy particulares de tipo histórico para que en el país del sur haya existido una élite con esas características: quizás su insularidad, su aislamiento geográfico, la presencia de pioneros antes que parásitos rentistas y vividores de la explotación criminal de los indígenas en haciendas y obrajes mineros, en fin.


Pero este también es otro asunto.

Lo cierto es que la clase dirigente chilena tuvo desde muy temprano una visión de país a largo plazo. Mientras ellos construían y construyen una nación, sus homólogos peruanos construían una especie de maloliente garito, por no decir otra cosa, donde se enriquecían a todo trapo gracias a las fugaces y pasajeras bonanzas de las “eras” y de los “booms” del guano, del salitre, del caucho, del petroleo, de los minerales, del gas.

Si alguien personifica esa calidad superior de la clase dirigente chilena es Diego Portales.


En virtud de esta doctrina Chile invadió el Perú en tres ocasiones: 1,837, 1,838 y 1,879.

En 1,837 y 1,838 invadió con la ayuda alegre y entusiasta colaboración de la casta política gobernante peruana y de sus caudillos militares, finamente trabajados por los visionarios designios de Portales.
Para Chile esas intervenciones en Perú constituían una respuesta a su supervivencia y viabilidad como nación y país.


No pretendemos resumir ni mucho menos el contenido del pensamiento guía de Diego Portales, pero baste mencionar algunos párrafos de una carta que él envió a Blanco Encalada, a la sazón jefe de la derrotada primera expedición chilena contra la Confederación Perú- Boliviana en 1,837. y que condensa parte de la doctrina portaliana.

"Sr. Don Manuel Blanco Encalada:

(…) " el carácter decisivo de la empresa que el Gobierno va a confiar a usted dentro de poco, designándolo como Comandante en Jefe de las fuerzas navales y militares del Estado en la campaña contra la Confederación Perú-Boliviana. Va usted, en realidad, a conseguir con el triunfo de sus armas, la segunda independencia de Chile."

(..) " la posición de Chile frente a la Confederación Perú-Boliviana es insostenible. No puede ser tolerada ni por el pueblo ni por el Gobierno, porque ello equivaldría al suicidio."

(..) “unidos estos dos estamos, no más sea que momentáneamente, serán siempre más que Chile en todo orden de cuestiones y circunstancias..”

(…)”..La Confederación debe desaparecer para siempre jamás del escenario de América. Por su extensión geográfica; por su mayor población blanca; por las riquezas conjuntas del Perú y Bolivia; apenas explotada ahora; por el dominio que la nueva organización trataría de ejercer en el Pacífico, arrebatándonoslo"

(..) “…Las fuerzas navales deben operar antes que las militares, dando golpes decisivos. Debemos dominar para siempre en el Pacífico: ésta debe ser su máxima ahora, y ojalá fuera la de Chile para siempre fuerzas militares chilenas vencerán por su espíritu nacional, y si no vencen contribuirán a formar la impresión que es difícil dominar a los pueblos de carácter…”

La influencia de Portales, las ideas centrales de su pensamiento han marcado la visión estratégica y las proyecciones de la oligarquía y burguesía chilena.

No fue casualidad que luego de destruido el Palacio de la Moneda en setiembre de 1,973 tras el golpe de estado, el general Augusto Pinochet cambiasen de nombre al edificio “Gabriela Mistral” que iba a servir como sede del gobierno por “Edificio Portales”

El ideario de Portales entre otras cosas plantea:

-El dominio y hegemonía de Chile en esta parte del Océano Pacífico a través de una poderosa marina mercante nacional y una más poderosa fuerza naval de guerra.

- Establecimiento de unas fuerzas armadas poderosas que garanticen soberanía real y proyecciones territoriales.

-Predominio de Valparaiso sobre el puerto de el Callao.

Estas cosas no fueron ni son simplemente papel mojado en tinta.

Cuando el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile durante la Guerra del Pacífico, José Manuel Balmaceda fue interpelado por el Congreso de su país, al cuestionamiento de porqué se prosiguió la guerra contra el Perú cuando Tarapacá y sus salitreras ya había sido conquistadas, respondió que:

“…para que Valparaiso surja, el Callao tenía que desaparecer.”

Así a lo largo de estos siglos el pensamiento Diego Portales ha servido de guía de la clase dirigente y de los gobiernos de Chile, independientemente de sus orientaciones ideológicas. Ha alimentado a fascistas como Pinochet a socialistas como Allende y a pseudo socialistas como Ricardo Lagos o Michell Bachelet.

Llegamos a 1,990, la llamada Globalización es una realidad en esta parte del mundo. Los intercambios comerciales, el movimiento de capitales e inversiones alcanzan una intensidad inédita en la América del Sur.

Empieza la primacía del neoliberalismo en el Perú, y la consiguiente ola de “privatizaciones”. Hay que vender o rematar todo y como sea.

¿Qué les dice entonces el General Augusto Pinochet a los empresarios chilenos?

“Compren el Perú que lo están rematando”.

“nuestras fuerzas armadas están para garantizar vuestras inversiones”

“existen países machos y países hembra, Chile es un pais macho, el Perú un país hembra …”

Alan García parece darle la razón, años más tarde al dicho de Pinochet. Véase el siguiente imperdible video donde según García Pérez Chile y Perú conforman un "buen matrimonio" /b>


¿Qué hacen mientras tanto nuestros gobernantes y nuestra burguesía?

Rematan el Perú con el aplauso de todos sus acólitos. Sobre esta negra época hay un infame capítulo de nuestra historia aún por compilar: los inmensos aguinaldos de compañías del estado peruano y patrimonio nacional a precio de remate
( interpósita coima para los gobernantes de turno) tradición inagurada por el delincuente japonés Alberto Kenya Fujimori y continuada con todo el vigor posible por el ciudadano norteamericano Pedro Pablo Kuscinsky (apoderado del Sr. Alejandro Toledo) y por el porcinesco Dr. García Pérez..
(Continuará)

2 comentarios:

bellisima dijo...

excelente articulo, pero me parece que ha oviado el Rol del COMERCIO en toda este Nogocio, la familia Wong, esos dos carnivoros, rapaces, son los verdaderos aliados de los Chilenos.
Toda la red d ela familia Miroquesada, es la que se lleva el botin de vendepatrias, para ellos el Peru, es solo una bandera, para ellos no hay Patria.

michelOne dijo...

Pienso, humildemente que todo este odio es un odio chauvinista y que no tiene nada que ver con la paternidad de tierras y mares del peru. Hago un pequeño alto aquí para decirles que el sujeto muy abundante sobre las tierras de uno y del otro no son nuevos. Hablar de Patria a estas alturas es como si tendrías que apoyar a Franco, Musolini, o Hitler, en nombre de la patria es un poco ridículo, no les parece? La Patria es un papel, A. Machado. Si quieren llevar el caudal hacia el odio, la guerra entre hermanos, configurando y confundiendo el verdadero enemigo, es un infantilismo pequeño burgués, vease Lenin en el infantilismo...