lunes, 19 de enero de 2009

Los costos de tener de presidente a un delincuente (parte 1)


Como no podía ser de otra manera la degradación moral del Perú se anotó otra victoria la semana pasada.

Se ha escrito un nuevo capítulo en la pestífera Historia Peruana de la Infamia, que desde luego, es también la historia de la gran burguesía peruana y de sus operadores políticos.

Como es ampliamente conocido, a pesar de las flagrantes evidencias de altísimos niveles de corrupción que han tenido como protagonistas a las más connotadas figuras del gobierno de Alan García Pérez estas han sido beatificadas y canonizadas como si se tratara de inocentes y virginales criaturas en ese antro denominado "congreso de la república."

Ni los del castillos, ni los garridos leccas, ni los vallejos así como decenas de personajillos ligados a Alan García Pérez en entidades y empresas públicas serán pasibles de juicio y de sanción por sus evidentísimos nexos con prácticas mafiosas y delincuenciales.
Para hacer posible esta ignominia ha sido necesaria una alianza política entre el APRA , el fujimorismo (quien como se sabe tiene el triste logro de haber alcanzado el mayor registro en materia de robos y crímenes durante el siglo XX en el Perú) el partido de la señorita Lourdes Flores y otras excrecencias sueltas que sería ocioso mencionar.


¿ A cambio de qué el fujimorismo le perdonó la vida a los jerarcas apristas?

¿Acaso de la benignidad de los jueces alanistas de la Corte Suprema que revisarán la sentencia que le impongan al delincuente japonés Alberto Kenya Fujimori (a) "chino rata" ó "ingeniero" ó "presidente"?

Vale la pena recordar ahora el fariseismo que hizo gala Alan García Pérez cuando estalló el escándalo.

Rasgándose las vestiduras como si él fuese un impoluto y probo hombre de bien, un ciudadano libre de toda sospecha, un tipo ajeno a todo lo que signifique desfalco de los dineros del pueblo peruano, Alan García apeló a toda su capacidad histriónica para hacerse el escandalizado , rasgarse las vestiduras y marcar teóricas distancias con la corrupción y con los corruptos.
Alan García pacientemente trabajó con la complicidad de esa costra purulenta llamada "clase política peruana" parte fundamental del sistema de opresión y explotación de las mayorías nacionales en tanto brinda las mascaras, los juegos de artificio, las bombas de humo y todo el arsenal para escenificar esa farsa llamada "democracia" que no es otra cosa que la dictadura burguesa.
Como parte de esta labor hizo expulsar al director de un diario que le era crítico (PERU21) y cooptó a una troika de "gente de izquierda" para usarlos en condición de papel higiénico. Por supuesto que estos corrieron a sus brazos con loco entusiasmo por la figuración y el vil metal. ¿ ó acaso alguien puede pensar que lo hacen por defender tales o cuales principios?

Esta "democracia" es la que ha posibilitado que en el máximo cargo político de la nación se haya encaramado un encallecido y prontuariado DELINCUENTE.

¿O alguien duda que Alan García Pérez no se convirtió en nuevo rico a punta de saquear "históricamente" los bienes públicos sea revendiendo aviones Mirage, sea coimeando con lo del Tren Eléctrico, sea recibiendo "honorarios de éxito" via el Banco BCCI?

Pues bien nuestro delincuente ha logrado que en el caso de los PetroAudios los mensajeros, los que mostraron la podredumbre mediante audios obtenidos ilegalmente pasen a ser tenidos como los corruptos del caso.

Ha pedido "el máximo rigor" de la Justicia para ellos.

Sin duda tiene razones de peso: le arruinaron los faenones del petroleo y el de los hospitales, pero él sigue a todo trapo con lo de Collique junto a su amigo "Pepe" y, próximamente, a su regreso de China, bien aceitado, hará lo necesario para que las las FFAA compren armamento y tecnología basura de la tierra de Confucio.

Todas este nauseabundo caso y sus no menos vomitivos personajes es la consecuencia de tener como Presidente de la República a un encallecido e incorregible delincuente.

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