En estos día un grupo de oficiales de la Marina de Guerra han sido capturados por las ilícitas actividades de espionaje que realizaban contratados por terceros.
No nos interesa en esta ocasión analizar estas actividades ni sus alcances.
Nos interesa otro aspecto, que por lo demás resulta revelador.
¿Cómo han sido tratados estos oficiales de la Marina de Guerra del Perú?
¿Qué trato vienen recibiendo de la policía, de los jueces, de sus carceleros y de los medios de prensa?
Es notorio a todas luces que vienen siendo tratados y exhibidos como AVEZADOS DELINCUENTES.
La diferencia entre el trato que vienen recibiendo y el que se suele dar a prontuariados asaltantes, secuestradores y narcotraficantes, si acaso existe, es en todo caso ínfima.
Los han exhibidos enmarrocados y encadenados entrando y saliendo del local policial y del juzgado.
En el diario EL COMERCIO aparece la foto de uno de ellos esposado y con una cadena que va de manos a pie. Un trato vejatorio.
En el diario EL COMERCIO aparece la foto de uno de ellos esposado y con una cadena que va de manos a pie. Un trato vejatorio.
Esto es insólito, diríase inédito en un país como el nuestro.
¿Qué ha pasado?
¿Qué hecho tan grave puede haber ocurrido para que estos marinos merezcan trato tan denigrante que se creia reservado al lumpen?
Si hasta el Presidente de la República pasando encima de la Constitución y de todas las leyes ha degradado públicamente a uno de ellos.
Esto es, reitero, insólito y extraño si evocamos la forma como tradicionalmente en el Perú se manejan los casos que conciernen a delitos cometidos por marinos y militares en general.
Normalmente cuando un militar comee delitos ( ojo que me refiero a DELITOS INFINITAMENTE MAS GRAVES que los cometidos por los oficiales Carlos Tomasio, Enrique Ponce Feijjo y otros "chuponeadores") eran protegidos, salvaguardados, ocultados y apañados, en síntesis blindados al máximo por su respectiva institución y naturalmente por el poder político de turno.
Recuérdese a modo de ejemplo el emblemático caso caso del oficial de la Armada Peruana conocido con el apelativo de "Comandante Camión" acusado con pruebas contundentes de masacres y desapariciones en Huanta en los años 80´s.
La forma cómo fue defendido con uñas y dientes por el poder militar y por el poder político fue impresionante.
Si hasta el Presidente de la República pasando encima de la Constitución y de todas las leyes ha degradado públicamente a uno de ellos.
Esto es, reitero, insólito y extraño si evocamos la forma como tradicionalmente en el Perú se manejan los casos que conciernen a delitos cometidos por marinos y militares en general.
Normalmente cuando un militar comee delitos ( ojo que me refiero a DELITOS INFINITAMENTE MAS GRAVES que los cometidos por los oficiales Carlos Tomasio, Enrique Ponce Feijjo y otros "chuponeadores") eran protegidos, salvaguardados, ocultados y apañados, en síntesis blindados al máximo por su respectiva institución y naturalmente por el poder político de turno.
Recuérdese a modo de ejemplo el emblemático caso caso del oficial de la Armada Peruana conocido con el apelativo de "Comandante Camión" acusado con pruebas contundentes de masacres y desapariciones en Huanta en los años 80´s.
La forma cómo fue defendido con uñas y dientes por el poder militar y por el poder político fue impresionante.
A tal grado llegó ese blindamiento institucional ( de su arma y del poder político) que simularon su "secuestro" y "desaparición" y por si fuese poco declararon su "muerte presunta" en el diario oficial EL PERUANO, para que pudiese evadir a la justicia.
La protección que el "establecimiento" brindó en el caso de otro conocido Telmo Hurtado ( quien dando cumplimiento a una orden de Alan García Pérez asesinó a mansalva a decenas de campesinos en Accomarca) contrasta en demasía con las viscisitudes que vienen sufriendo los marinos dedicados a lo que comparativamente es un juego de niños : el espionaje telefónico.
La protección que el "establecimiento" brindó en el caso de otro conocido Telmo Hurtado ( quien dando cumplimiento a una orden de Alan García Pérez asesinó a mansalva a decenas de campesinos en Accomarca) contrasta en demasía con las viscisitudes que vienen sufriendo los marinos dedicados a lo que comparativamente es un juego de niños : el espionaje telefónico.
Porqué ocurre tal diferencia en el trato si espiar la conversación de otro es a todas luces un delito de lo más "light" si lo comparamos con torturar y matar a niños, mujeres y campesinos, quemar sus cadáveres y enterrarlos en una fosa común.
La diferencia, amable lector, es que en estos casos los marinos "chuponeadores" estan chocando con los bolsillos de la burguesía, con los "bisnes" , con la "puesta en valor", con muchos ríos de dinero y ese lujo no se puede permitir......."secuestra, tortura, mata, desaparece pero con mi billete no te metas..."
1 comentario:
excelente sustentacion, que tal diferencia, en el tratamiento a militares y eso que son de la Marina, donde no se les toca ni con un pañuelo.
Los torturadores de la marina , ejercito, han sido defendidos a capa y espada, por el partido gobernante, pero con estos chuponeadores se les trata como si fueran criminales, y parece que eso le enfermo a giampietri, por fin ste tipo esta sufriendo, loque el ha hecho sufrir a muchisima Gente.Pero alan, se rie de todos y de si mismo, En este caso, los chuponeadores, deberian recibir un premio por haber destapado Toda la inmoralidad de la clase gobernante,de los pristas ya sew sabia que iban a repetir el plato de enriquecerse a como de costa y seguiran hasta sus ultimos dias. bellisima
Publicar un comentario