El genocidio contra los nativos y pobladores de la Amazonía concebido, planificado y ordenado por Alan García Pérez que como es ampliamente conocido ha dejado un lamentable número de muertos, mutilados, heridos y desaparecidos entre miembros de la Policía Nacional del Perú, nativos aguarunas y pobladores de Bagua, tiene íntima relación con la naturaleza de "el Estado".
El Estado es un producto de la Sociedad. No apareció en escena debido a alguna ocurrencia ó algún invento de algún antiquísimo gobernante como Tutankamon ó El Señor de Sipán.
El Estado se origina cuando los antagonismos entre las clases sociales -derivados siempre de causas económicas- se tornaron irresolubles por la vía pacífica.
Para que las inevitables luchas resultantes de estas contradicciones no terminaran con sus protagonistas y con la incipiente humanidad, se hizo necesario la presencia de un Poder aparentemente situado por encima de la Sociedad, llamado a amortiguar el conflicto y mantenerlo dentro de un ORDEN que hiciera posible la continuidad social.
Es claro que si las clases sociales pudiesen conciliar sus intereses, el Estado no habría surgido ni tendría razon de existir.
El Estado es un órgano de dominación de unas clases sobre otras. Es un órgano de opresión de las clases dominantes sobre las dominadas.
Representa el "orden" que legaliza y afianza esta opresión amortiguando hasta donde le es factible los choques entre las clases en lucha.
Retornemos a Bagua.
La burguesía peruana es un socio menor de la gran burguesía internacional, un puñado de personas que está detrás de esas grandes corporaciones que son dueñas de gran parte del planeta.
Estas corporaciones son insaciables cuando tratan de ganar utilidades, beneficios y dividendos. Carecen de todo escrúpulo moral en la búsqueda de su enriquecimiento.
Los dueños de estas megaempresas a través de especialistas, funcionarios y ejecutivos encargados de estudiar los mercados y las economías e incrementar su presencia en el reparto del mundo conocen que en la selva de un ignoto país de la América Meridional llamado Perú existen inmensas riquezas que podrían incrementar sus dividendos: petróleo, gas, minerales, madera y agua.
Saben además que el poder en el Perú está en manos de un socio menor: la burguesía peruana que gobierna el Perú a través del Jefe de Estado y el Parlamento y naturalmente controla a los demás poderes públicos.
Saben también que el Jefe de Estado en Perú podrá ser un delincuente, asesino, coimero y ratero compulsivo pero se trata de un "amigo", de uno de los suyos. Es tan amigo de las corporaciones y tan servil que trata a toda costa de mostrarse como tal al punto que, llegando a extremos de impudicia, de cuando en cuando suele escribir mamarrachos ideológicos que los titula "El Perro del Hortelano."
Allí han podido leer cosas tan alentadoras y prometedoras para sus bolsillos como:
“Hay millones de hectáreas para madera que están ociosas, otros millones de hectáreas que las comunidades y asociaciones no han cultivado ni cultivarán, además cientos de depósitos minerales que no se pueden trabajar y millones de hectáreas de mar a los que no entran jamás la maricultura ni la producción.”
“Para que haya inversión se necesita propiedad segura [de la tierra], pero hemos caído en el engaño de entregar pequeños lotes de terreno a familias pobres que no tienen un centavo para invertir. Pero la demagogia y el engaño dicen que esas tierras no pueden tocarse porque son objetos sagrados y que esa organización comunal es la organización original del Perú…”.
“…existen verdaderas comunidades campesinas, pero también comunidades artificiales, que tienen 200,000 Has en el papel pero solo utilizan agrícolamente 10,000 Has y las otras son propiedad ociosa, de 'mano muerta', mientras sus habitantes viven en la extrema pobreza y esperando que el Estado les lleve toda la ayuda en vez de poner en valor sus cerros y tierras, alquilándolas, transándolas. Porque si son improductivas para ellos, sí serían productivas con un alto nivel de inversión o de conocimientos que traiga un nuevo comprador”
("El perro del hortelano, octubre 2007").
Saben pues los señores del mundo que nuestro sebáceo doctor García Pérez desea “poner en valor” esas tierras y recursos, hasta el momento propiedad de indios salvajes, argumentando que "son de toda la Nación”.
Conocen que ese "poner en valor" en boca de García significa la entrega a ellos ( es decir a las corporaciones) de esas riquísimas tierras y recursos en su beneficio, tal como viene sucediendo con las grandes concesiones mineras y petroleras que el Perú otorga y que generan tan suculentas ganancias que, por si fuese poco no pagan impuesto a la renta, ni se les exige cuidados ambientales. Esto de la carta blanca para pasarse por encima el cuidado del medio ambiente lo conoce muy bien la Newmont Mining Corporation (Yanacocha):
Pasemos a " las clases "dominadas": en el caso de los nativos de la amazonía peruana se trata de pueblos antiquísimos emplazados en las riberas del Amazonas muchísimo antes que las más antiguas dinastías egipcias en el Nilo que viven de la caza, pesca, agricultura y cria de animales. Estos pueblos son los que iban a pagar los platos rotos de la presencia depredadora y saqueadora de los “inversionistas” y de "las puestas en valor" del doctor García.
Sobre esto ellos tienen una nefasta experiencia.
La llamada “época del Caucho” fue por demás aleccionadora. En ella fueron víctimas de un terrible genocidio.
Cuando se descubrió hacia 1970 petroleo en Trompeteros y Pavayacu y se construyó el "oleoducto nor peruano" también se pronunciaron discursos floridos y fastuosos sobre “el progreso de los pueblos”. Hasta probalaban la idea que allí ( !!precisamente en la zona de Bagua!!) se erigiría una ciudad "igual o mejor que Brasilia" que traería un bienestar incomparable a los pueblos amazónicos....….eso está documentado en los diarios y revistas más serios de la época disponibles en la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional del Perú.
¿Qué trajo la bonanza de "la era del caucho" a indígenas y a pobladores mestizos de esa región?
¿ Qué trajo el boom petróleo?
Robo, saqueo, depredación de sus tierra y mayor miseria.Más hambre, mendicidad y prostitución.
No hubo ni progreso material ni moral.
¿Se ocupó la sociedad peruana de dotarlos de coberturas de salud, educación y seguridad ?
!Nada de eso! La pobreza extrema siguió creciendo. Allí están las cifras.
En estos años para enfrentar y defenderse de los planes de "los inversionistas" y "ponedores en valor" de sus tierras ancestrales la situación es diferente y mejor.
Hay infinitamenta más posibilidades de comunicación. Los pueblos no están aislados como antes.
La burguesía peruana ahora no puede hacer lo que le venga en gana con “los chunchos” a los que valora como un par de escalones abajo del ser humano.
El escenario es diferente.
Estando frente a frente "la clases dominantes" y una porción de "clases dominadas" dispuestas a confrontar , los primeros por más riquezas, los segundos por su vida y razón de existir, el ESTADO abandona la apariencia de "estar por encima de la sociedad y sus conflictos" y juega su papel.
Aquí hay demasiado dinero en juego y la burguesía y las corporaciones y los "inversionistas" apadrinados por su gestor de negocios el doctor García, no van a ceder las cosas gratis.
Para eso existe, para eso funciona "el Estado" en una sociedad de clases. Para eso tiene el monopolio de la fuerza que " la ley le ha otorgado".
En efecto Alan García lanzó a gente del pueblo también oprimida ( los policías) a masacrar a otra gente del pueblo. El resultado es conocido.
Todo esto se llama "LUCHA DE CLASES" y no otra cosa.
Legiones de gentes convenientemente lobotomizadas e imbecilizadas por los medios masivos (propiedad de la gran burguesía internacional) se cuentan la mentira que derrumbadas las estatuas de Marx y Lenin en Rusia y la Europa oriental este cuento se terminó.
Si hasta se han hecho de una especie de propagandista: un japonesito apellidado Fuyakuma ó Fuyukama ó Fumayuka ó Fukuyama o algo así que andaba predicando "El Fin de las Ideologías". Soñar no cuesta nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario